Por los años de 1970, escribimos en el periódico «El Nacional de Ahora», un artículo sobre Las Mujeres Jueces, posteriormente el escrito fue recogido en un folleto titulado «Nuestras Instituciones Jurídicas y sus Hombres», que de haber sido publicado en estos días henchidos de feminidad, se llamaría «Nuestras Instituciones Jurídicas, sus Hombres y Mujeres».

En aquella ocasión señalábamos que no obstante la justicia la represente una mujer -la diosa temis- en nuestro país, la mujer esta muy lejos de representar la justicia, como sucede en otros países, toda vez que los cargos judiciales, entre nosotros, son preferentemente desempeñados por hombres.

Finalizábamos el artículo, augurando un cambio, previendo que en el futuro los tribunales nacionales estarían integrados mayormente por mujeres, quienes ocuparían cargos de jueces en la Suprema Corte de Justicia; ¡en efecto así ha sucedido!

Los augurios sobre las mujeres jueces que hicimos ayer, se pueden ajustar hoy, a las mujeres presidenciales, no sólo en instituciones públicas o privadas, sino para ocupar la más alta magistratura del Estado. En las últimas décadas, el acceso de la mujer a la presidencia de sus países, son conocidos; los casos de Panamá, Chile y Argentina, así lo confirman; aunque muchos misóginos parecen no estar de acuerdo de tener una mujer al frente de la cosa pública; al recordar la frase del filósofo alemán, Schopenhauer, de que la mujer es un ser de cabellos largos e ideas cortas.

El electorado nuestro ha descartado este prejuicio, pues según la encuesta «Gallup-Hoy», prefiere que sea una mujer la candidata presidencial para el año 2012, que de ganar encauce la nación dominicana hacia un mejor porvenir. Los años de Schopenhauer, han quedado atrás, para dar paso a la época del escritor español Ángel Gonivet, quien dijo que: «La mujer tiene un solo camino para superar al hombre: Ser cada día más mujer»; pero no se trata de librar una batalla campal contra el hombre, sino de prepararse intelectualmente, de superarse ellas.