La Biblia es el libro más leído, lleno de los llamados y consejos de Dios a los conglomerados de seres humanos. En el mismo se incluyen las más diversas directrices, castigos y orientaciones para proteger el alma de los desvíos naturales, inherentes a la naturaleza para salvar al género humano de su exterminio. Por cientos de años la lectura de la Biblia ha sido determinante para los países de Occidente y darle forma correcta a sus sociedades. A veces en la antigüedad no le hacían caso a los designios de Dios y ocurrían los terribles castigos divinos por la desobediencia humana.
Indudablemente sumergirse en las páginas de la Biblia, donde hay de todo, uno se encuentra que las mujeres jugaron un estelar papel en los designios de Dios para con el género humano pese a sus debilidades y constantes violaciones a sus mandatos que ni siquiera Moisés pudo contenerlos.
Y esas mujeres elegidas, unas para ser madres y otras para ser guías de sus pueblos, hay toda una pléyade de ellas que fueron determinantes para darle forma a la conducta actual de la sociedad judeo cristiana donde pertenecemos. El papel estelar de Eva en el proceso de la Creación es primordial para nuestras creencias. Eva como primera mujer jugó un papel importante en las raíces del comienzo de la raza humana cuando la mente tuvo un chispazo de sus facultades. Ese ser racional podía pensar para dar paso al proceso de humanización hasta llegar a lo que hoy somos. Fue una larga evolución donde la mano de Dios no se apartó de sus criaturas.
Las ancianas embarazadas de la Biblia, donde Sara la mujer de Abraham es la que predomina, sabiendo que era imposible y hasta Sara tuvo que reírse cuando el ángel le anunció su embarazo de su hijo Isaac. Este, junto a su medio hermano Ismael, les dieron origen a dos pueblos que hoy en día están enfrentados en una lucha por el predominio mundial de la fe, ya sea la musulmana o la cristiana.
Otros casos de mujeres estériles que concibieron para dar a luz hijos predestinados son frecuentes en las páginas de la Biblia. Se destacan tanto el caso de Samuel, un gran profeta en tiempo de David, su madre Ana lo concibió y se comprometió entregarlo al templo para que le sirviera a Dios toda la vida. El fue un gran profeta en tiempo de David. También Sansón nació de otra mujer estéril que ni siquiera el nombre aparece en la Biblia. Todos conocemos la leyenda del héroe muy disoluto conocido por su enorme fuerza contando con el apoyo divino. Dalila lo embrujó, conoció el origen de su poder, lo embriagó y le cortó el cabello dejándolo ciego por sus enemigos. Ya ciego y con su cabello crecido fue llevado por un adolescente hasta el templo donde se celebraba una fiesta de gala, y apoyado entre dos columnas, las derribó y produjo el colapso del edificio matando a todos los presentes incluyéndolo a él y a Dalila.
Entre otras mujeres destacadas como heroínas y servidoras de sus pueblos se encuentran Judit y Débora. La primera supo prepararse para eliminar al jefe de los filisteos que cercaba a su pueblo. Judit, maquillándose y poniéndose muy atractiva, fue hasta el campamento de los sitiadores y en la carpa del jefe enemigo supo seducirlo y embriagarlo, y cortarle la cabeza. Logró escapar con su trofeo macabro y con su doncella hacia su pueblo. Allá arengando a su gente los preparó para la batalla y derrotar a sus enemigos salvando a los hebreos de una derrota.
Débora fue otra notable mujer hebrea conocida por su sabiduría en donde predominaba el don de la profecía. Impartía justicia a la sombra de un árbol, profetizaba y fue muy respetada al predecir las victorias de su pueblo, por lo cual los jefes militares la llevaban con ellos a las batallas para asegurar las victorias de su pueblo y que las tropas tuvieran confianza al verla a ella corriendo los mismos peligros.
Todos los casos anteriores ocurrieron en el Viejo Testamento. Y en el Nuevo Testamento tenemos la razón de ser de nuestra civilización apoyada en las bendiciones que recibió una joven que se le apareció el ángel del Señor para anunciarle que quedaría embarazada por obra del Espíritu Santo para dar a luz a Emanuel, el Mesías que vendría a salvar el mundo. María creyó y guardó con fe la gestación de una criatura que su advenimiento conmocionaría al planeta. Jesús, nacido del vientre de María con su mensaje de amor a 21 siglos de su llegada, todavía lo sostiene con fuerza que no llega a ser comprendido por las generaciones que han poblado el planeta. Otra, María Magdalena, una prostituta fue rescatada por Jesús, siendo determinante y fortalecedora del cristianismo en su propagación por la zona del Mediterráneo.