Mujeres viviendo con VIH/SIDA

Mujeres viviendo con VIH/SIDA

POR ANNA JIMÉNEZ
Hay más de dos millones de personas viviendo con VIH en América Latina y el Caribe. Cerca de un cuarto de esasa personas reside en el Caribe. De estas, aproximadamente la mitad son mujeres. Haití y la República Dominicana son el epicentro de la epidemia de VIH/SIDA en América Latina y el Caribe. Afectando a alrededor del 2 por ciento de la población adulta, la prevalencia del VIH en la República Dominicana es la más alta del Caribe después de la de Haití. De acuerdo al gobierno de la República Dominicana la prevalencia está aumentando de manera más rápida entre las mujeres que entre los hombres.

El VIH/SIDA es la causa principal de la mortalidad de mujeres en edad reproductiva, definida como las mujeres entre 15 y 49 años. A finales del 2001, VIH o SIDA en la República Dominicana. La proporción de mujeres es mayor en el caso de personas que se infectaron con VIH recientemente. ONUSIDA estima más del 70 por ciento de las nuevas transmisiones de VIH ocurren en relaciones sexuales heterosexuales, lo que hace pensar que la proporción de mujeres viviendo con VIH o SIDA tenderá a crecer.

Factores fisiológicos hacen que las mujeres y las niñas corran un riesgo mayor de infección vía el sexo vaginal desprotegido. Además la desigualdad económica entorpece la capacidad de negociación de las mujeres para lograr el uso del condón. Dadas las expectativas sociales sobre la fidelidad de la mujer, se pulpa con frecuencia a las mujeres de la aparición del VIH en el matrimonio o en las uniones libres a largo plazo. «Es más excusable en el hombre que en la mujer tener VIH. El hombre es de la calle (es decir tiene relaciones sexuales fuera del matrimonio o unión)» explicó Sergia Galván, directora de una ONG que trabaja temas relacionados a la salud de la mujer, a Human Rights Watch. Cristina Francisca Luís, educadora comunitaria de la organización de mujeres hatiano-dominicanas, contó que a veces las mujeres se echan la culpa ellas mismas: » La mujer dice: «Si hubiera sido buena mujer, se hubiera quedado en la casa.» Se autoculpa: » Si fuera yo buena compañía, no saldría a la calle».

El sesgo social que exige fidelidad a las mujeres y que las hace responsables en última instancia de la infidelidad de su marido o pareja estable complica el temor que tienen muchas mujeres de ser expuestas como VIH positivas. El temor a que se revele su estados de VIH positiva no infundado. La Ley sobre SIDA exige que las parejas con las que tiene relaciones sexuales sean notificadas de la condición de las personas con VIH. La Ley estipula que la persona que es puede proceder ella misma a la notificación o delegarla al personal médico. Este temor aumenta aún más a causa de la violencia doméstica existente. Varias mujeres declararon a Human Rights Watch que sus parejas estables las amenazaron en repetidas ocasiones con recurrir al uso de la violencia como retribución si ellas tenían infecciones de transmisión sexual como el VIH. » Siempre venía con miedo. (Mi esposo) me dijo, si tú tienes algo ( una infección sexual) te mato», recordó Yudelka de la Cruz. Rosana Ramírez tuvo una experiencia similar: «El dijo que cuidado si yo estoy haciendo alguna cosa mala.

Tanto de la Cruz como Ramírez fueron incapaces de negociar el uso del condón con sus maridos, que según ellas son la fuente de su infección, así mismo si se recibe una orientación adecuada de cómo cuidarse y se pone en marcha tendrán menos posibilidades de ser contagiados.

*Datos estadísticos suministrados por Human Rights Watch

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