Las multas impuestas por la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) a 72 comercios miembros de la Federación Dominicana de Comerciantes ascienden a RD$4 millones, según estimó el abogado de estos, Ángel Lockward, afuera de la sala de audiencias del Tribunal Superior Administrativo (TSA), en la cual se conoce una medida cautelar.

Indicó que la semana pasada la DGII anunció el cierre de más 100 comercios y a su entender esta no era la forma, debido a que esto afecta el espíritu de convivencia y la capacidad recaudadora del Estado.

Apuntó que en el caso particular de San Francisco de Macorís, la DGII cerró ocho negocios que tenían recursos de nulidad y tal violación provocó la realización de una huelga general a través del paro de las actividades comerciales.

Lockward sostuvo que la multas son insignificantes, debido a que son comercios pequeños, los cuales fueron sancionados con RD$20 mil y RD$50 mil, entre otros montos. Dijo que el comercio del país no puede paralizarse por esos RD$4 millones, que considera ilegales por lo que demanda su nulidad.

Sobre las impresoras fiscales dijo que un negocio con un capital de RD$30 mil o RD$40 mil como un salón de belleza, no puede dar RD$300 mil para instalar esa herramienta, además que necesita tener Internet, energía eléctrica las 24 horas y si se daña debes de cerrar tu negocio hasta que la casa matriz envíe un técnico a repararla, lo que hace de esto algo imposible para la República Dominicana.

Precisó que los comercios que representa tienen desde hace tiempo su número del Registro Nacional del Contribuyentes y el cierre original es aparentemente por las impresoras fiscales y la DGII y el Gobierno están obligados a cumplir sus propias leyes, debido a que cuando se dicta un acto sancionador es solicitado en suspensión por una medida cautelar, la sanción cesa hasta que el tribunal hable.

Otra de los puntos citados por el abogado es que no se pueden crear delitos por resoluciones, sino a través de una ley del Congreso Nacional. Señaló que la medida de la DGII no hace falta y la misma se resuelve en la mesa del diálogo con los comerciantes.