Multimillonario estadounidense confesó tres asesinatos sin darse cuenta

Multimillonario estadounidense confesó tres asesinatos sin darse cuenta

Los Ángeles. Un excéntrico multimillonario de Nueva York, sospechoso de la muerte de su esposa y absuelto de la de su vecino, fue arrestado por el asesinato de una tercera persona tras haber admitido en un documental, sin saber que el micrófono estaba abierto, que los «mató a todos». Robert Durst, de 71 años, uno de los herederos del imperio inmobiliario del mismo nombre, fue arrestado el sábado en un hotel de Nueva Orleans (Luisiana, sur de EEUU) por la muerte de Susan Berman, una amiga de su esposa, que murió de un disparo en el año 2000 en Los Ángeles (California, oeste). «Bob Durst no mató a Susan Berman», aseguró uno de sus abogados, Dick DeGuerin.

«Está dispuesto a acallar los rumores y a ser juzgado» en California. El envío de Durst a este estado para responder por el asesinato de Berman podría no obstante ser demorado por la justicia de Nueva Orleans, que a su vez lo inculpó por porte de armas.

El arresto del septuagenario ocurrió la víspera de la difusión en el canal HBO del último episodio de un documental en seis partes dedicado a su vida y titulado «La mala suerte: la vida y los muertos de Robert Durst». En el último episodio de esta serie, se escucha a Robert Durst murmurándose a sí mismo: «¿Qué demonios hice? Los maté a todos, por supuesto», sin saber que su micrófono estaba abierto. Es un desenlace inesperado del caso Durst, que tiene intrigado a Estados Unidos desde la desaparición de su esposa Kathleen en 1982 en la periferia de Nueva York. Se sospechaba que este hombre, conocido por sus excentricidades, estaba involucrado en el homicidio en 2000 de Susan Berman, hija de un mafioso de Las Vegas, hallada con una bala en la cabeza en su casa en Beverly Hills, en Los Ángeles. Un día después de su muerte, se suponía que Berman hablaría con la policía sobre la desaparición de la esposa de Durst.

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