SAN FRANCISCO DE MACORÍS. Cientos de personas consternadas por la muerte a tiros de dos niños de tres y 11 años de edad, intentaron linchar al confeso responsable Jesús Ramón Taveras Betances, cuando era conducido a la Oficina Judicial de Atención Permanente de San Francisco de Macorís.

La multitud intentó arrebatarle el imputado, que habría matado a los infantes porque la madre de estos no quería reconciliarse con él, a los agentes de la Policía Nacional (PN) que lo custodiaban, provocando un mayúsculo incidente en los pasillos del Palacio de Justicia de esta ciudad, al abalanzarse hacia el sujeto, buscando agredirlo.

Sin embargo, en una acción relámpago Taveras Betances fue introducido por sus custodios a las oficinas del tribunal que conoció la medida de coerción en su contra.

La Oficina de Servicios de Atención Permanente del Distrito Judicial de  Duarte, impuso al  prevenido una medida de coerción de tres meses de prisión preventiva, para ser cumplidos en el Centro de Corrección de Vista al Valle.

En los pasillos del palacio de justicia se aglomeró una inmensa cantidad de personas que le vociferaban al homicida  insultos.

“¡Maldito, asesino! Ven para matarte, tienes que pagar por lo que hiciste”,  gritaban los parientes de los infantes en medio de llantos.

Tras los incidentes la seguridad fue reforzada en el entorno del Palacio de Justicia.

“¡Queremos que no lo envíen a la cárcel, que lo suelten para nosotros hacer justicia!”, era otra de las expresiones de la muchedumbre.

Previamente la enardecida multitud se presentó a la residencia de Taveras Betances ubicada en la calle 7, pidiendo su cabeza y rociando gasolina, pero la rápida intervención de la Policía evitó que fuese incendiada.

“¡Que lo suelten para aplicarle la ley del Talión!”, decían.

El hecho. El segundo de dos menores atacados a tiros por el hombre que buscaba a la madre de estos para asesinarla, porque esta se negaba a reconciliarse con él, falleció anoche a las 10:45.

El menor Luís Carlos Morillo Hernández, de tres años, murió en el centro médico Dr. Ovalle, donde se encontraba recluido luego que recibiera el impacto de tres balazos. Su hermano Luís José Tejada Hernández, de 11 años, murió también a causa de heridas de bala y el mayor de los hermanos de 16 años salvó su vida milagrosamente al refugiarse en el baño de la residencia escenario del hecho de sangre.

El trágico suceso que ha consternado a San Francisco de Macorís, ocurrió en la residencia de la señora Carmen Hernández Ortega, ubicada en la calle Principal esquina E del barrio Cristo Rey de aquí.

Allí se presentó Jesús Ramón Taveras Betances, de 52 años en busca de su expareja quien rechazaba reconciliarse con él tras una larga historia de maltratos. Al no encontrarla en la vivienda la emprendió a tiros en contra de los hijos.

La mujer reveló que el autor del hecho le había advertido en varias ocasiones que si no se reconciliaba mataría toda su familia, situación que fue comunicada a la Fiscalía de esta ciudad pero allí no tomaron en cuenta la denuncia.

Taveras Betances tenía una orden de alejamiento de Hernández Ortega, decisión que era violada constantemente por el homicida sin que mediara la actuación de las autoridades enteradas de que este portaba una pistola con permiso del Ministerio de Interior y Policía.

E1 confeso asesino había sido deportado en el año 2006 de Estados Unidos, donde cumplió condena por narcotráfico.