Los munícipes, hoteleros y empleados de Boca Chica, molestos e indignados, refutaron ayer las declaraciones del alcalde Daniel Ozuna y dirigentes del sector comercial, quienes aseguraron que no es necesario que la Policía Nacional intervenga ese polo turístico.

Durante un recorrido por varias calles, donde están los hoteles y tiendas de regalos, las personas denunciaron que los primeros corruptos son policías con más de diez años asignados al destacamento de Boca Chica y agentes de la Dirección Nacional de Control de Droga (DNCD), quienes cobran peajes a los delincuentes permitiéndoles hacer sus fechoría y vender en los puntos de droga que son muchos.

También aseguraron que el fiscal Berroa es un corrupto y que todo el que tiene un problema lo soborna para que no lo encarcelen. Un hotelero dijo que a raíz del asalto a la pareja de italianos la semana pasada y que apuñalaron, turistas cancelaron tres reservaciones de Italia, Francia y Alemania por una semana dejando de ganar RD$40,380.