El municipio de Santo Antonio de Guerra, con una población de alrededor de 50 mil habitantes, continúa en estado de emergencia, declarada por el Concejo de Regidores, debido a las precariedades en que se encuentra.
A pesar de su cercanía del centro de Santo Domingo y poseer un envidiable ecosistema, el desarrollo de este municipio se mantiene prácticamente estancado, la mayoría de sus calles llenas de hoyos y los caminos vecinales intransitables.
A pesar de contar con más de diez academias de equipos de béisbol de Grandes Ligas, sus aportes a la comunidad es prácticamente nulo y el desempleo golpea de manera inmisericorde.
A pesar de la situación descrita, los niveles de inseguridad se encuentran muy por debajo del resto de los municipios del Gran Santo Domingo, orgullo para las autoridades municipales.
La alcaldesa Marcia Rosario, expresa que ha hecho hasta lo imposible para sobrevivir en los primeros tres meses que lleva al frente del ayuntamiento, ya que no encontró equipos, una deuda de 44 millones de pesos y hasta la sede del cabildo en total deterioro.
A manos peladas. Considera que con un presupuesto de apenas 4.9 millones de pesos mensuales y una deuda como la señalada es muy poco lo que se puede hacer, sin embargo, inició la reparación de algunas vías como Las Plumas y la carretera principal.
De igual modo, intervino el parque principal, que estaba en total abandono, por lo que ahora los munícipes cuentan con un espacio para el esparcimiento.
Indica que para sobrevivir ha tenido que tocar las puertas de los acreedores para que aplacen sus exigencias de pago, porque de lo contrario, habría que cerrar el ayuntamiento.
Dice que Las Plumas era una vía intransitable, a pesar de ser la que conduce al cementerio municipal, ya ha sido intervenida, por lo que solo falta el asfaltado.
De igual modo, señala, que el cabildo ha construido más de 30 filtrantes, 20 de ellos en la calle Ravelo, cuatro en la V Centenario, lo que ha evitado que el centro de la localidad se inundara con las últimas lluvias.
Pero además de las obras citadas, la alcaldesa Rosario se vio obligada a equipar el cabildo con muebles y equipos tecnológicos para poder trabajar.
Caminos vecinales. Para el próximo año, la alcaldesa de Guerra tiene programado intervenir los caminos vecinales, tras señalar que no existe uno que esté en buenas condiciones.
“Da pena que estando Guerra tan cerca de la ciudad haya tenido que ser declarado en estado de emergencia por el Concejo de Regidores”, expresa la ejecutiva municipal.
Confía en que el presidente Danilo Medina cumpla el compromiso que hizo hace dos meses con la alcaldía de que a partir de enero ayudaría a Guerra con el asfaltado de todas sus calles.
“El me dijo que contara con él, que el nuevo presupuesto iba a reconstruir las calles de Guerra”, manifestó.
Guerra tiene el distrito municipal de Hato Viejo y está ubicado en la parte más oriental de la provincia Santo Domingo y es uno de los municipios más extensos después de Santo Domingo Norte.
El municipio limita al norte con los ríos Yabacao y Ozama, al sur con Los Paredones y La Piedra, al este con el río Brujuelas, y al oeste con el arroyo Mojarra y el municipio de Santo Domingo Este.
Tiene una extensión territorial de 288 kilómetros cuadrados, lo que quiere decir que el Distrito Nacional cabe tres veces en ese lugar y sobra terreno.