Alcaldes de diferentes localidades del país reflejaron ayer las  precariedades en las que se encuentran sus comunidades, situación que los convierte en “paño de lágrimas” de los munícipes, por ser las autoridades más cercanas con las que cuentan.

Entrevistados por separado, durante una asamblea de municipios realizada en la Capital, exigieron al Gobierno central mayores recursos que  los que reciben  para  afrontar muchas de las necesidades en los municipios, ya que apenas pueden cumplir con la recogida de la basura.

Francisco Fernández, alcalde de Santo Domingo Norte, expresó de que de no cumplir el Gobierno con el 10% a la municipalidad, entonces deberá aportar a los ayuntamientos los recursos, maquinarias y materiales para que  puedan cumplir con los munícipes.

Recordó que los ayuntamientos tienen un presupuesto congelado desde hace más de cinco años, mientras aumentan los combustibles y  los materiales de construcción,  situación que, dicen,  prácticamente los asfixia.

En igual término se expresó Juan de los Santos, de Santo Domingo Este, quien confía en que en el pacto que firmará  el presidente Danilo Medina con los ayuntamientos estos tengan la oportunidad de desarrollar acciones y proyectos a favor de los ciudadanos.

 Advirtió que si el Gobierno está  económicamente  difícil, los ayuntamientos están en peores condiciones y los alcaldes sienten en carne viva la desesperación de sus conciudadanos.

De su lado, Tony Echeverría, alcalde de San Pedro de Macorís, lanzó el grito al cielo por las precariedades en las que se desenvuelve, con unos ingresos congelados desde hace cinco años, mientras crecen las necesidades en todos los sentidos.

El alcalde de Padre Las Casas, Fernando de los Santos, quien es además presidente de la Asociación de Municipios  Región Valdesia, se quejó de que con más de 160 mil kilómetros cuadrados, el cabildo que dirige apenas recibe un millón cien mil pesos,  lo que no alcanza siquiera para retirar la basura de las calles.

Dijo que uno de los grandes problemas del municipio es el cementerio,  bañado por el río La Cueva, que arrastra  los cadáveres hacia la presa de Sabana Yegua, en Azua,  que vierte sus agua en esa provincia, en San Juan y Barahona.

 Rafael Hidalgo, alcalde de Azua, estima que si se mantienen los mismos recursos de los últimos cinco años, muchos alcaldes tendrían que entregar los cabildos porque no aguantarían la presión social.

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Tamayo muy difícil

 Menny Cuevas, alcalde de Tamayo, en la provincia Baoruco, advierte sobre la desaparición de esa alcaldía si el Gobierno no acude en su auxilio, ya que con el poco más de un millón de pesos que reciben al mes no pueden siquiera cumplir con la labor de limpieza.  Informó que más de diez mil tareas sembradas de plátano  se fueron a pique con las últimas lluvias que provocó el ciclón Sandy y que hay hambre en la zona.