Murciélagos y rabia, ¿qué tal estamos?

Murciélagos y rabia, ¿qué tal estamos?

POR DOMINGO ABRÉU COLLADO
Conocida anteriormente como Hidrofobia, la Rabia llegó a ser una enfermedad viral relativamente común en la República Dominicana, lo que motivó la creación del Centro Antirrábico Nacional, entidad que luego de intensos trabajos logró el establecimiento de controles efectivos en relación con la propagación de esta mortal enfermedad.

Miles de perros realengos y otros de amorosa propiedad debieron ser sacrificados entre los años 50 y 60 a fin de conjurar el peligro que en ocasiones presentó visos de epidemia. Los perros han sido siempre el principal vector de propagación de la rabia en todo el mundo. Pero en realidad todos los mamíferos terrestres se consideran pasibles de ser afectados por la Rabia. No sabemos si los mamíferos marinos pudieran estar incluidos en este riesgo.

El riguroso control sobre los perros en la mayoría de países donde la Rabia se tornó peligrosa desenfocó la prevención hacia otros animales, por lo que los gatos pasaron a ser la especie doméstica más afectada por Rabia en los últimos años. Ello se debió a que los gatos no eran vacunados con tanto empeño como a los perros.

La rabia -en países cuya presencia es importante- también ocurre significativamente en animales como caballos, chivos, borregos, cerdos y hurones. Esto ha sido asociado a la presencia en esos países -como México, por ejemplo- del murciélago vampiro o Desmodus rotundus, que se alimenta de la sangre que succiona a los mamíferos domésticos.

Aunque el Desmodus rotundus se alimenta también de sangre de aves de corral, como las gallinas, no conocemos de casos de rabia en éstas u otras aves.

Aunque está decididamente identificada la rabia con el murciélago Desmodus rotundus -inexistente en la Rapública Dominicana y en el Caribe- la rabia puede también transmitirse por el contacto o la mordedura de algunos murciélagos en los que el virus de la rabia pueda encontrarse endémicamente. Y no tan solo por mordedura, sino también por el contacto, pero estos casos son considerados por los especialistas como muy raros.

Los especialistas A. Hoffmann, J.G. Palacios-Vargas, y J.B. Morales-Malacara, opinan que «De la única especie que el hombre debe cuidarse, es del vampiro Desmodus rotundus murinus, hematófago, capaz de transmitir con su mordedura el virus de la rabia sobre todo al ganado vacuno y ocasionalmente al hombre. Esta epizootia, conocida en México como «derriengue» o «mal de caderas», ha originado grandes pérdidas en la economía del país, por la muerte de muchos millares de cabezas de ganado. En ocasiones, otras especies de murciélagos infectados pueden transmitir la rabia, pero esto es más bien raro.»

En relación con la actitud de los murciélagos vampiros hacia los humanos, los citados especialistas indican que «se sabe que los exploradores de las cuevas o espeleólogos, también pueden contraer rabia pulmonar. Pero estos quirópteros rara vez se atreverían a atacar directamente al hombre,…»

UN CASO DE RABIA EN DOMINICANA

La bioanalista Griselda López, del Centro Antirrábico Nacional, nos había comunicado la semana pasada su preocupación en relación con el tratamiento que como ambientalistas y ecologistas damos a los murciélagos y a su  característica de inofensivos. Para esta investigadora de la salud «es de suma importancia saber que en nuestro país hay especies positivas en murciélagos a rabia. Toda persona agredida por un murciélago debe acudir a un centro de salud. Igual, toda persona que encuentre una especie de murciélago en el día sobrevolando, o en el patio de su casa, debe tomarla con cuidado y llevarla al laboratorio del Centro Antirrábico Nacional para descartar la posibilidad de que el animal esté contaminado de rabia».

Griselda López nos suministró información sobre los casos de presencia de rabia en murciélagos reportados hasta ahora en el país. Según la bioanalista, se han reportado dos casos de murciélagos contaminados por rabia: uno en el barrio San Miguel, de La Vega, y otro en Loma de Cabrera. Ambos murciélagos correspondieron a la especie Tadarida brasiliensis. Desde Haití se recibió en el Centro Antirrábico Nacional un juego de «impresiones en placas de 5 casos positivos de especies desconocidas», según nos declarara la bioanalista López.

Hasta ahora, solamente se ha presentado un caso de rabia en humanos al Centro Antirrábico. Este caso correspondió al de un niño que murió en mayo de este año (2004), y que supuestamente había sido mordido por un murciélago en diciembre del 2003. Los familiares del niño informaron que éste acostumbraba a cazar murciélagos y agarrarlos con las manos, habiendo sido mordido por uno de ellos en la fecha indicada.

En el Centro Antirrábico no se tienen más reportes sobre personas mordidas por murciélagos ni otros casos de murciélagos infectados por el virus de la rabia.

EL TADARIDA BRASILIENSIS

El murciélago T. Brasiliensis, señalado en el Centro Antirrábico Nacional como asociado a dos casos de presencia de rabia, ha sido reportado prácticamente para toda la isla de Santo Domingo.

Este murciélago se alimenta exclusivamente de insectos, los cuales caza al vuelo, por lo cual su asociación con rabia no es directa, aunque pudiera portarla. Según la descripción del zoólogo cubano Gilberto Silva Taboada «Tiene el hocico no muy estrecho; sin hojuela nasal. Labio superior arrugado. Orejas tan anchas como largas (longitud, 12-16 mm) y casi unidas sobre la frente; con una aleta o quilla lonmgitudinal en la cara ventgral, proyectada sobre el ojo; llevadas hacia delante sobrepasan moderadamente (2-4 mm) el extremo anterior del hocico». Tanto su característica cabeza como la extensión de sus alas lo vinculan totalmente a la captura y consumo de insectos al vuelo y no al mordida para succionar sangre.

El T. brasiliensis puede encontrarse abundantemente en cuevas, pero también suele aparecer al cobijo de techos, entre paredes y en árboles huecos. Siendo gregario y pudiéndosele encontrar junto a miles o cientos de miles, este murciélago puede localizarse también en solitario. Según Silva Taboada, «no permanece todo el año en una misma cueva o casa, pero no se ha determinado si este comportamiento corresponde a un patrón estacional, ni se conocen casos concretos de mudanzas de un refugio a otro».

En cuanto a su alimentación, parece ser que no tiene especial predilección por tal o cual especie de insectos, pudiendo comer dípteros, himenópteros, lepidópteros, homópteros, coleópteros, odonatos, etc.

En un estudio realizado a un murciélago de la especie T. brasiliensis se encontraron en su estómago hasta tres órdenes de insectos. Pero si solamente y en abundancia tiene una sola especie de insecto para comer, pues a ella se dedica, como reporta Taboada, habiendo encontrado en el estómago de uno de ellos unos 50 individuos de una especie de sarcofágido (mosca). Normalmente las hembras comen más que los machos.

EN CUANTO A TOMAR MEDIDAS

Si con solo el contacto se puede contraer la rabia es mejor tomar las medidas necesarias para evitarlo. En relación con los murciélagos se han reportado casos (muy excepcionales) de contagio sin haber sido mordidos por éstos. Los perros y gatos siguen siendo los mamíferos más proclives a contraer y contagiar con rabia a los seres humanos.

Actualmente se estiman 15,000 casos de rabia en todo el mundo. En algunos países esta ha sido muy controlada (E. Unidos) y en otros totalmente erradicada (Reino Unido). En Inglaterra, las mascotas (mamíferos) llevados desde los Estados Unidos deben permanecer en cuarentena durante seis meses).

Los síntomas que avisan de posible rabia son los siguientes:

* Fiebre baja (38.9 o inferior)
* Dolor en el lugar de la mordedura
* Aumento de la sensibilidad en el área de la mordedura
* Dificultad para deglutir (las bebidas producen espasmos de la laringe) o dificultad paa ingerir líquidos
* Inquietud
* Excitabilidad
* Espasmos musculares
* Convulsiones
* Insensibilidad y hormigueo
* Pérdida de la función muscular
* Pérdida de la sensibilidad en un área del cuerpo
* Babeo
* Ansiedad, estrés y tensión
* Reflejo de Babinski positivo

En torno a la posibilidad de que un murciélago entre a su casa o su patio en el día, o que aparezca dando saltos o muerto en un lugar inusual, se aconseja atraparlo con cuidado y llevarlo al Centro Antirrábico Nacional.

En todo caso, ante cualquier mordedura de un mamífero es preferible acudir por asistencia al Centro Antirrábico Nacional o solicitar información a los teléfonos 681-1293  ó 681-8808.

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