Murió ayer el periodista escritor y poeta Juan José Ayuso

Murió ayer el  periodista escritor y poeta Juan José Ayuso

Falleció ayer a la edad de 77 años el poeta, escritor, investigador y columnista Juan José Ayuso, autor de “Lucha contra Trujillo, 1930-1961”. Sus restos estarán expuestos este sábado desde las 10:00 de la mañana hasta las 3:00 de la tarde en la funeraria Blandino de la Abraham Lincoln, donde la familia recibirá las condolencias.
Ayuso, nacido en La Vega en 1940, murió en la madrugada del pasado viernes a consecuencia de un paro respiratorio, semanas después de haber sido operado de un cáncer en la garganta. Tenía 77 años.
Describen la trascendental trayectoria de este catedrático, formador de varias generaciones de periodistas, que se inició como reportero y murió como columnista de varios periódicos nacionales, el escritor, poeta y comentarista Andrés L. Mateo; la exjueza, escritora y miembro titular de la Junta Central Electoral (JCE) Carmen Imbert Brugal, y el profesor y politólogo Rafael Toribio, miembro de la Junta de Regentes del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), la cual también integraba Ayuso.
Mateo lamentó la partida de su amigo y afirmó que como escritor captó las luchas de la sociedad, como testimonia su obra “Bienaventurados los cimarrones: 1968-1978”, con un texto de mucha trascendencia en el contenido y en la forma, novedoso para su época. “Él impactó la literatura contemporánea de su época”.
Mateo citó su excelencia como columnista, que le valió el “Premio Periodismo Escrito”, año 2011, de la Fundación Corripio. “Fue un gran amigo, compañero desde el siglo pasado, trabajamos juntos. Era una gran persona”.
Imbert Brugal quiso y respetó tanto a su amigo Ayuso, que hizo uso de esa licencia para exhaltar sus cualidades, también para describirlo como tierno, irreverente. “Consecuente…y algo ya poco frecuente, vivió sin ostentación ni pretensiones vanas… Su mayor riqueza: su familia”.
Imbert relató que conoció a Ayuso gracias al exfiscal y exjuez de la Suprema Corte de Justicia el doctor Julio Ibarra Ríos, siendo jovencita y ayudante de fiscal.
“Me provocó con una crítica ideológica a un familiar y la acepté. Entonces ya era leyenda por su participación en la Revolución y por su excelente poesía; aunque era implacable con sus certezas”.
Al deplorar su muerte, agregó que sus chancletas lo perseguían como el cigarrillo “que lo condenó a destiempo”. Se quisieron sin estridencias y compartiendo complicidades no confesadas, ella, el escritor, que en una ocasión comentó un ensayo de su autoría sobre el trujillismo, en el que confesó: “me envaneció”.
La valoración del politólogo Toribio sobre Ayuso empieza por destacar que tuvo una dimensión de intelectual y de un periodismo muy responsable y ético, como lo confirmaron su trabajo, su labor docente y el ejercicio de formador de periodistas democráticos.
Expresó que INTEC lo integró como regente -órgano superior de la universidad-, en representación de la comunicación, por destacarse en lo profesional, en lo personal y el reconocimiento amplio que tuvo de la ciudadanía, debido a su defensa a causas nobles y comunes.

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