El exministro socialista Miguel Boyer, quien liberalizó la economía, murió ayer a causa de una embolia pulmonar en la clínica Ruber Internacional de Madrid, donde ingresó en estado crítico esta misma mañana, según informan fuentes cercanas a la familia.

Fue titular de Economía, Hacienda y Comercio en el primer gobierno de Felipe González y será recordado como el superministro de Felipe González que expropió el grupo Rumasa, un gigante con pies de barro cuya caída amenazaba a la economía, y, sobre todo, por ser el hombre que cogió un país estancado y lo liberalizó con el decreto apodado con su nombre.

También apoyó públicamente el programa económico del Gobierno de José María Aznar.

Fue ministro de Economía durante apenas tres años, pero su gestión cambió la economía española para siempre.

En su trayectoria se comportó con la superioridad propia de una persona que se sabe más listo que la media.

Su brillantez intelectual y su capacidad para el análisis siempre estuvieron fuera de toda duda. De la misma forma que su altivez en el trato con el resto del género humano.

Boyer era licenciado en Ciencias Físicas (1963) y en Ciencias Económicas (1969) por la Universidad Complutense de Madrid, trabajó brevemente como físico en la Junta de Energía Nuclear antes de ingresar en el Servicio de Estudios del Banco de España en 1969.

El economista se afilió al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1960. Tras la dictadura, ingresó en su Ejecutiva (1976) pero lo dejó por su doctrina marxista y se pasó a la Federación Socialdemócrata. Volvería en 1977 a un PSOE que dos años después abandonaría definitivamente a Marx.

Tras un breve nombramiento como diputado por Jaén, fue designado director de Planificación y Estudios de Instituto Nacional de Hidrocarburos en 1981, cargo que desempeñó durante un año, antes de ser nombrado ministro en 1982.

El primer Gobierno de Felipe González contó con él como ministro de Economía, Hacienda y Comercio desde el dos de diciembre de 1982 al cuatro de julio de 1985.

Boyer ordenó la expropiación del grupo Rumasa en 1983, medida que le ocasionó la enemistad de José María Ruiz-Mateos, que llegó a agredirle en 1989.

El grupo de la abeja era el mayor conglomerado de empresas de España, compuesto por unas 700 sociedades en sectores tan diversos como la banca, el turismo, la alimentación, el textil, el químico y el inmobiliario.

Sin embargo, apenas 250 eran operativas y su financiación cruzada provocó la intervención del Gobierno por motivos de utilidad pública e interés social.