Murió Carlos Piantini, el   maestro

Murió Carlos Piantini, el   maestro

Carlos Piantini, considerado un maestro, un intérprete y un director de orquesta sin igual, falleció en la madrugada de ayer en Miami, donde residía. El celebrado músico dominicano, considerado por sus colegas como un virtuoso, tenía 83 años. Amigos cercanos dijeron que durante varios años estuvo aquejado de problemas renales. Piantini fue director artístico del Teatro Nacional durante cinco años y director de la Orquesta Sinfónica Nacional por 10 años. Se retiró con el título de “Director Laureado”.

Carlos Alberto Piantini Espinal, quien falleció ayer en la ciudad de Miami, fue un prodigio artístico que desde temprana edad deslumbró a eminentes músicos dominicanos y extranjeros con sus portentosas interpretaciones de violín, la magistral capacidad como director de orquesta y el estilo vigoroso de su musicalidad, ritmo, arrojo y seguridad en sí mismo. Estas cualidades  merecieron que   en sus inicios le llamaran “El niño precoz sancarleño”, “El niño artista”.

Aunque triunfó y es conocido en Europa y América, nunca se desvinculó del país. Regularmente participaba en las temporadas de la Orquesta Sinfónica Nacional, organización que dirigió y en la que se le designó   “Director Laureado” al concluir su gestión, categoría especialmente creada para él.

Nacido en Santo Domingo el 5 de septiembre de 1927, la prensa de los años 40 lo aclamaba como el joven violinista que en 1943 se anunciaba en  ciudades del interior recibiendo aplausos, acompañado al piano por el compositor y director Julio Alberto Hernández.

Comenzó sus estudios de música con Josefita Heredia y los de violín con Guillermo Jiménez, continuándolos luego con el violinista austríaco Willy Kleinberg y con el checo Emil Friedman, ambos residentes en la Capital durante algún tiempo. Hijo de Alberto Julio Piantini y Marina Espinal, con sólo 14 años de edad fue miembro fundador de la Orquesta Sinfónica Nacional. A principios de 1943, mientras esta agrupación se presentaba en Santiago, Carlos Piantini debió sustituir al concertino Luis Beltrán, que se encontraba indispuesto, haciéndolo con toda propiedad y mereciendo una calurosa ovación por parte del público santiaguense, consignan Arístides Incháustegui y Blanca Delgado Malagón en “Vida Musical en Santo Domingo”.

Ya se había convertido en la “promesa nacional del violín”. A lo largo de su exitosa carrera de violinista y luego de director, se encargaría de demostrar que aquellos pronósticos tenían fundamento, agregan los reconocidos autores.

Carlos Piantini permaneció en México entre 1944 y 1946 realizando estudios de técnica de violín con Joseph Smilovits y Henry Szering, y cursos de armonía con Manuel M. Ponce. Como solista, ofreció allí conciertos y recitales, y como primer violín perteneció a las más importantes  orquestas de México. Frecuentó el círculo de los más destacados intelectuales y músicos que la guerra había reunido en esa nación.

En Santo Domingo.  A su retorno a la República Dominicana, Carlos Piantini ofreció su primer recital en el teatro Independencia, acompañado por el pianista Vicente Grisolía. En los ‘60, Manuel Simó brindó a Piantini el privilegio de utilizar la Orquesta Sinfónica Nacional, primera institución musical dominicana, para que pusiera en práctica en su propio país los conocimientos de dirección de orquesta adquiridos durante sus largos años como violinista de la Orquesta Filarmónica de Nueva York.

Inicio del éxito.  Esa experiencia, según Incháustegui y Delgado Malagón, “dio como fruto una serie de espectaculares conciertos que dimensionaron esta nueva faceta de su carrera artística, consagrándolo años más tarde como el más exitoso director dominicano”.  Se dedicó luego a realizar estudios formales de dirección orquestal con Hans Swarowsky, en Viena (Austria) para asumir esta actividad definitivamente.

En sus apariciones regulares al frente de la Sinfónica acompañó a numerosos destacados solistas mundiales y nacionales.

De 1973 a 1978 desarrolló una infatigable labor desde la dirección artística del Teatro Nacional. “Los logros tangibles de su dirección no han sido superados en los casi 25 años de vida de ese importante centro cultural”, escribieron en 1996 los dos historiadores citados.

Piantini desempeñó la dirección de la Orquesta Sinfónica Nacional del 28 de marzo de 1984 al 29 de diciembre de 1994, cuando se le designó “Director Laureado” de esa institución. Desde principios de los 90 su proyección profesional, añaden, se fue consolidando paralelamente con su responsabilidad en la dirección de la Orquesta Sinfónica Nacional. En Italia dirigió óperas y conciertos, a la vez que se establecía con carácter más permanente en Estados Unidos como docente de la Escuela de Música, en la Universidad Internacional de la Florida, donde tenía a su cargo los estudios orquestales y el departamento de instrumentos de cuerda. Allí formó una orquesta que fue comunitaria en sus orígenes y estuvo integrada por alumnos de la escuela.

“Aunque residía desde hacía varios años en la ciudad de Miami, su vínculo con la orquesta Sinfónica Nacional se mantuvo siempre activo”. Piantini estaba casado con Yolanda Trujillo, tenía cuatro hijos: Susana, Vivian, Alberto y Frank.

(Datos extraídos de “Vida musical en Santo Domingo”, por Arístides Incháustegui y Blanca Delgado Malagón, y de “Personalidades Dominicanas 2006”, por Rafael Molina Morillo).

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