Falleció ayer el mayor general retirado Enrique Pérez y Pérez, del Ejército Nacional, uno de los militares más poderosos del país después de la Era de Trujillo. Tenía 97 años. Murió aquejado de enfermedades propias de su edad.

Pérez y Pérez, quien era oriundo de Azua, desde su “enganche” al Ejército se destacó por su disciplina y su recia personalidad. Su ascenso no se hizo esperar y llegó a ocupar los lugares más cimeros de los cuerpos castrenses y de la Policía Nacional. En 1965 fue su punto de arranque en su larga y polémica carrera.

Fue uno de los principales oficiales dominicanos en la dirección de lo que se llamó “Operación limpieza”, una jornada militar apoyada por los invasores norteamericanos que llevó muertes y luto en la parte Norte de la Capital de la República. Los hogares de esos barrios eran revisados uno a uno en busca de “comunistas” y personas que apoyaban a los constitucionalistas.

Cientos fueron apresados, sobre todo jóvenes, torturados y asesinados. Cuando Héctor García Godoy fue nombrado presidente provisional de la República como parte de la fórmula para poner fin a la Guerra de Abril, Pérez y Pérez fue designado Ministro de las Fuerzas Armadas, posición que también ocupó durante varios años en el primer gobierno de los 12 años de Joaquín Balaguer. Este lo llevó luego, en distintos momentos, a la jefatura de la Policía, a la Secretaría de Interior y Policía y a la Jefatura del Ejército Nacional.

Como era un general de manos duras, el presidente Balaguer lo mantuvo en posiciones que requerían de oficiales que persiguieran a la izquierda. En sus gestiones muchos dirigentes de izquierda cayeron presos y otros desaparecieron o fueron asesinados. A Pérez y Pérez se le atribuye el auspicio de la llamada “Banda Colorá” , un cuerpo parapolicial integrado por antiguos militantes de izquierda o “lúmpenes”.

Estos persiguieron y dieron muerte a excompañeros de partidos de izquierda. Fue necesaria la denuncia internacional y la destitución de Pérez y Pérez de la Jefatura de la Policía para que Balaguer dispusiera la desintegración de la misma. En esa ocasión Neit Nivar Seijas fue nombrado al frente de la Policía Nacional.

Pérez y Pérez fue el general que Balaguer utilizó para mantener un “balance” de poder en las Fuerzas Armadas y la Policía. El otro fue el mayor general Neit Rafael Nivar Seijas. Casi todos los oficiales militares y policiales estaban adscritos a uno de los dos grupos que ambos dirigían. Nivar Seijas era considerado más político. Pérez y Pérez, quien procreó cinco hijos, estaba casado con doña Lucy Guerrero.
Los asesinatos de los periodista Gregorio García Castro y Orlando Martínez fueron cometidos por militares y policías que siempre fueron señalados como miembros del “Grupo de Pérez y Pérez”.
En los últimos del período de los 12 años de Balaguer Pérez y Pérez y sus generales amigos entraron en contradicción con el mandatario y renunciaron. Luego, a partir de 1978, el general azuano se acercó al PRD pero fue puesto en retiro por Antonio Guzmán.