Napoleón Padilla, un ingeniero agrónomo de nacionalidad cubana vinculado por años a la República Dominicana, murió el sábado en la ciudad de Miami a la edad de 81 años.

Padilla fue columnista de este diario. Publicaba la columna semanal Algo de Todo, que aparecía los lunes. La última se publicó ayer.

Padilla, quien falleció a causa de un cáncer, se desempeñaba como director de la Oficina de Viajes de la Presidencia de la República. Desde mediados de la década de los años 60, mantuvo una estrecha relación con el presidente Hipólito Mejía.

El secretario de la Presidencia, Sergio Grullón, expresó su pesar por la muerte de Padilla.

En tanto, la dirección de Prensa del Palacio Nacional informó que la primera dama Rosa Gómez de Mejía viajó a Miami para estar presente en los funerales en representación del presidente Mejía.

Padilla nació en Cuba el 26 de noviembre de 1919. Contrajo matrimonio con la señora Marcela de Padilla, fallecida hace tres años, con quien procreó dos hijos, Arturo y María.

Padilla llegó en los inicios de la década de los 60 a la República Dominicana y ayudó al hoy presidente Mejía a obtener una beca en la Universidad de Carolina del Norte para estudiar sobre el procesamiento de la hoja del tabaco.

Fue siempre consejero de Mejía cuando éste se desempeñó como director del Instituto Nacional del Tabaco, después de la revolución de abril de 1965.

Cuando Mejía fue designado secretario de Agricultura en el gobierno del fenecido presidente Antonio Guzmán, Padilla fue el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en la República Dominicana.

Cuando Mejía ganó las elecciones del 2000, Padilla se estableció en el país y se le asignó una oficina en la segunda planta del Palacio Nacional de Coordinación Presidencial. Posteriormente, se le asignó la responsabilidad de organizar y costear los viajes de funcionarios públicos en misión oficial en el extranjero.

En abril pasado, el presidente Hipólito Mejía visitó a Padilla en su lecho de enfermo en su residencia de Miami. En esa ocasión, el presidente Mejía realizaba una gira proselitista por Estados Unidos.