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Paris, Francia. El británico Andy Murray avanzó a la cuarta ronda del Abierto de Francia al vencer ayer 6-3, 6-4, 6-4 al colombiano Santiago Giraldo, mientras que Maria Sharapova también superó su compromiso.
Murray, que durante su triunfo sobre el finlandés Jarkko Nieminen en la segunda ronda se quejó de dolores de espalda, no mostró tener problemas en la tercera, en la que cosechó un triunfo en dos horas y dos minutos en el que nunca perdió el servicio y sólo enfrentó un break point.
La rusa recetó una tercera paliza consecutiva, esta vez de 6-2, 6-1 a la china Peng Shuai. Sharapova sólo ha perdido cinco games a lo largo de tres partidos en Roland Garros este año.
En otros encuentros, el español Nicolás Almagro (12) eliminó 6-4, 6-1, 6-2 al argentino Leonardo Mayer, mientras que el serbio Janko Tipsarevic (8) dio cuenta del francés Julien Benneteau (29) 6-3, 7-5, 6-4.
Mijaíl Youzhny estaba teniendo un día tan malo en la tercera ronda que sintió la necesidad de disculparse justo durante el partido.
El ruso, 27mo preclasificado, escribió «LO SIENTO» sobre la arcilla con su pie derecho a la mitad de su derrota 6-0, 6-2, 6-2 ante el español David Ferrer, sexto favorito.
«Había mucha gente. Por eso escribí ‘lo siento’. Porque no puedo mostrarles un buen partido», dijo Youzhny. «La forma en que jugamos al principio realmente no fue interesante para la gente».
En otros encuentros de tercera ronda en la rama femenina, la italiana Francesca Schiavone, campeona en Francia en 2010, sucumbió 3-6, 6-3, 8-6 ante la estadounidense Varvara Lepchenko, mientras que la cuarta preclasificada Petra Kvitova, de la República Checa, derrotó a la rusa Nina Bratchikova 6-2, 4-6, 6-1. Lepchenko, nacida en Uzbekistán pero residente de Allentown, Pensilvania, no tiene preclasificación en Roland Garros y nunca antes había avanzado más allá de la segunda ronda en ningún Grand Slam.
En otros juegos, la kazaja Yaroslava Shvedova eliminó 6-4, 7-5 a la española Carla Suárez Navarro y la china Li Na (7) venció a la estadounidense Christina McHale 3-6, 6-2, 6-1.
La rusa Sharapova derrotó a la china Shuai Peng, por 6-2 y 6-1 y logró su plaza para los octavos de final del torneo de Roland Garros, ronda a la que ha llegado dejándose únicamente cinco juegos. Prácticamente sin despeinarse, embutida en su vestido negro y soportando ambas el fuerte calor que reinaba en la pista central, Sharapova avanzó por octava vez a la cuarta ronda de este torneo, en el que el año pasado alcanzó las semifinales, y en la que en este tiene a tiro recuperar el puesto de número uno del mundo.
Peng, verdugo en el partido anterior de la española Lourdes Domínguez Lino, encajó 27 golpes ganadores de Sharapova y se hundió en 66 minutos para caer ante la rusa por quinta vez en seis encuentros.
Derrotada el pasado año en la penúltima ronda por Na Li, Sharapova se empleó a fondo para no perder de nuevo contra una jugadora china. Lleva ya tres partidos ganados, sin rivales todavía de enjundia, y sin ceder un set, y solo dejándose cinco juegos en su camino. Quizás por esta razón se encontró relajada y tranquila, y pasó casi más tiempo en la entrevista final con la televisión rusa.
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Sharapova y su madre
La rusa Maria Sharapova, que ayer se plantó en los octavos de final de Roland Garros al derrotar a la china Shui Peng, observó que en este viaje a París le acompaña su madre, Yelena, que la cuida y mima, mientras que su padre, Yuri, se ha quedado en casa cuidando a su perro. «Mi madre viaja conmigo, está en París y cuida de mi, me siento mimada, hablamos de todo y me lava mi ropa. Mi padre se ha quedado en casa, en Florida, cuidando mi perro», comentó Sharapova, relajada tras ceder únicamente cinco juegos en su camino a los octavos de final. La jugadora rusa no quería saber quién era su próxima rival. «Nunca miro el cuadro y no voy a empezar a hacerlo ahora».
