Museo Freddie Cabral: creación, trabajo y organización

Museo Freddie Cabral: creación, trabajo y organización

El Museo Freddie Cabral está ubicado en la Avenida Quinto Centenario 24, esquina José de Jesús Ravelo, en el sector de Villa Consuelo. El nombre está señalado claramente en la fachada e invita a entrar.

Nunca empezamos así un texto, y esta información suele ponerse al final. Sin embargo, se trata de una institución distinta, valiosa y valiente, la cual merece que la distinguen especialmente, una y otra vez. Son ya cinco años de ese “obsequio” especial a quienes lo desean visitar, dominicanos y turistas, adultos y jóvenes, grupos o recorrido individual. Es incomparable porque nadie ha hecho igual en nuestro país, nadie ha demostrado tanta competencia y altruismo.

Por esta misma razón, queremos situar a Freddie Cabral en su carrera profesional, con unos pocos datos – es fácil consultar su biografía completa-, que nuevamente lo honran.

Freddie Cabral en el tiempo

Freddy Cabral se ha formado como arquitecto en la UASD, en parte para complacer a su padre temeroso de ver a su hijo artista con un destino aleatorio… Ahora bien, lo que podemos considerar notable es que su formación propiamente artística transcurrió, durante una década en el exterior, en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París y en institutos especializados de los Estados Unidos.
Más aún fue en los Estados Unidos donde se dio a conocer y presentó varias exposiciones, en museos inclusivo. Por cierto, él presentó allí dos muestras individuales de pintura, en el pasado siglo, y solamente en 2023 fue su primera exposición de pintura en Santo Domingo, en su propio museo.
Es que Freddie Cabral, por una llamada del “corazón”, palabra suya, se dedicó primordialmente a la escultura, sobresaliendo en el metal – acero, aluminio, hierro, bronce- hasta el punto de que le calificaron Rey del Metal, en Estados Unidos siempre. Esculpe también en madera, terracota, pero tampoco desprecia los materiales sintéticos. Hasta incluye la instalación y efectos de claroscuro.
Bien entrado el tercer milenio, él regresó definitivamente a su lugar natal. En su casa y taller, creemos que él esculpió como casi nadie lo ha hecho… Eran horas y más horas diarias, entre investigación, concepción, elaboración, terminación, conservación… Todos los tamaños, volúmenes y formas, poco importaban la figuración, la abstracción, la combinación de ambas, tampoco las referencias… Freddie, polifacético y plural, todo lo produjo y produce personalmente, hasta los muebles y las instalaciones eléctricas.
Por supuesto, las exposiciones nacionales se sucedieron para el maestro. En 2020, con sentido del humor, celebró 40 años de esculturas en madera, 40 años de metal, 40 años de terracota. ¡Indiscutiblemente, él ha sido el escultor más longevo del mundo!
Recordamos cuando, en el 2018, recibió un galardón nacional, el Premio de la Fundación Corripio por ser el escultor sobresaliente, aunando todas las facultades del arte durante toda una vida. Y fue al año siguiente cuando creó y abrió su museo, destinado a ser el primer museo dominicano de escultura. Como era su casa, lo llamó “Casa-Museo Freddie Cabral”: así lo conocimos.
El Museo hoy
Debemos subrayar nuevamente que fueron y siguen siendo iniciativa, realización, financiación, administración, personales, sin contribución privada, sin ayuda estatal. Lo logró solo, con su esposa, la periodista Elena Acevedo, colaboradora entregada, ¡que comparte tareas y entusiasmo! Freddie y Elena no lamentan su sacrificio, parte de su devoción por el arte, parte de su amor por la gente.
Hoy, el Museo se llama simplemente “Museo Freddie Cabral”. Y podemos afirmar que ha evolucionado admirablemente como institución cultural, donde se suceden los espacios y salas de exhibición. La museografía, cada vez más desahogada y estudiada, se destaca por su claridad y la preocupación de “lectura” por los visitantes. Ahora, hay todas las fichas de las obras, y pocos textos, como debe ser, reproducen frases de análisis y elogios de los críticos. También, han puesto un gran cuidado a la iluminación
Además de las esculturas representativas en técnicas, materiales y definiciones que se alternan, sigue llamando mucho la atención una pared, extremadamente tupida en elementos, donde se aprietan fotografías y retratos de Freddie Cabral, cortesía afectuosa de amigos pintores y autorretratos, casi un historial en imágenes.
Los cuadros que provienen de la exposición “Libérrimas” transmiten encanto, tanto en el tema y el mensaje como en un oficio magistral. El arte de Freddie Cabral se vuelve ecológico, comunicando preocupación, afecto, ensoñación. Las aves deslumbran en sus vuelos. Su pintura las hospeda y protege.
No podemos olvidar que el museo incluye obras de Leino Cabral, hermano de Freddie, fallecido a destiempo. Pintor de técnica mixta, hasta con soplete, alía la ingenuidad y la emoción con la observación psicológica y social. Ojalá una muestra póstuma rinda justicia a su particular talento.
Coda
El Museo Freddy Cabral avanza y tiene un porvenir abierto, pero nos debe apenar que Freddie Cabral y su esposa Elena no hayan sido amparados y respaldados. Su labor y sus resultados son formidables. No obstante, la esperanza, acompañada por la fe en el arte, jamás puede perderse.

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