Museo promueve artesanía de la vida

Museo promueve artesanía de la vida

ARISMENDY CALDERON
arismendy_ak47@hotmail.com
Desde sus inicios como joyero y comerciante de larimar y ámbar, Jorge Caridad eligió fortalecer un proyecto cultural. Rechazó con vehemencia, y lo sigue haciendo como el primer día, la denominada “artesanía cruel”, que consiste en venta en las tiendas de “gifts shops” de “souvenirs” elaborados con conchas decarey,  de lambí, peces disecados, estrellas de mar y otras especies marinas.

“Es una crueldad matar a una tortuga, una especie en extinción, para después exhibir y vender a los turistas sus conchas. Aquí no hacemos eso. En este negocio no le damos cabida a la cultura del extermino, ni a la artesanía cruel. Ganamos menos que otros que viven de esa práctica inescrupulosa, pero tenemos la conciencia tranquilia”.

Jorge Caridad dirige el Museo Dominicano de Larimar y Ambar, ubicado en  zona colonial de Santo Domingo. El negocio privado se instaló hace 13 años, y se expande a otras zonas turísticas del país. Actualmente hay cuatro sucursales y planes de seguir creciendo “si las cosas mejoran y espero que así sea”.

La venta de joyas elaboradas con larimar y ámbar es el fuerte del museo. Sin embargo, en el negocio se puede adquirir una variada gama de artesanía local que se ofertan a  turistas extranjeros y al público en tgeneral.  Pero en ningún escaparate se exhiben objetos elaborados con conchas de ninguna de las cuatro especies de tortugas marinas que habitan en la República Dominicana: tinglar, tortuga verde, caguano y carey.

“Este es un matrimonio sin divorcio. La actividad turística está íntimamente relacionada con la artesanía. Obviamente, estos productos van dirigidos a un público que tiene poder de compra”, destacó Caridad.

Con 22 empleados, el Museo Dominicano de Larimar y Ambar tropieza con algunos obstáculos, tales como costos operacionales, pago de impuestos,  del ITBIS, gastos de mantenimiento, pago de nóminas, de Seguridad Social, plan de pensiones, pago de energía eléctrica y otros servicios, un cuatro por ciento por transacciones bancarias y  comisiones a guías turísticos.

“Estoy tratando de insertarme en los cambios que hay que hacer para seguir adelante con este proyecto cultural. En eso estoy tratando de sobrevivir…”.

Larimar
El Larimaro Pectolia Azul es una de las piedras semipreciosas más novedosas y raras que se conocen. Se encuentra solamente en una pequeña, limitada y remota zona de la República Dominicana: Su fascinante color azul y durabilidad hace que sea muycodiciada para realizar diseños en joyerías. El maravilloso y único color del larimar es originado por el cobre.

La cantidad de cobre en exceso presente en la solución del larimar se precipitó y cristalizó en forma de cobre nativo. Se puede observar en las piedras de larimar los centros de cristalización de las dendrilas radiales de cobre nativo color rojo.

Hace  alrededor de cien millones de años, lo que hoy es la isla que ocupamos, comenzó a formarse por partes, emergiendo de las profundidades marinas.  Primero fue la Cordillera Central, constituida por rocas volcánicas, y luego se inicia la Sierra de Baoruco, en el Suroeste del país, cuyas rocas eran basaltos y andesitas.  Se formaron así asociaciones de minerales que en nuestros días se conocen con el nombre de pectolitas.

El nombre de pectolitas le fue dado por el geólogo alemán Prof.  Kobell, en 1828, juntando las palabras griegas “pektos” (que está formado por diferentes partes) y “lithos”(rocas). En 1974, Norman Rilling, un voluntario del Cuerpo de Paz de los  Estados Unidos, y el artesano dominicano Miguel Méndez, encontraron pectolitas azules en la playa donde desemboca el ríoBaoruco, en el Suroeste del país. La piedra fue originalmente llamada travelina por Miguel Méndez, pero el nombre popular y comercial del larimar se originó años después, por la fusión de la primera parte del nombre, Larissa, la hija del artesano Méndez, y mar, que es el lugar donde esta pectorita fue encontrada por primera vez y que recuerda el color de la piedra misma.

El afloramiento más importante de pectolitas azules se encuentra en la Loma de Los Checheses, a unos diez kilómetros al suroeste de la ciudad de Barahona. El clima es típicamente tropical, con una vegetación exhuberante. El camino esdificultoso y empedrado. Antes de llegar a la zonas de excavación, el camino setorna dificultoso, empedrado. Serpentea y sube, con amplias vueltas alrededor de varias lomas.

La explotación del larimar es bien compleja y peligrosa. Las excavaciones para extraer la gema se hacen cada vez más profundas. Los hoyos diseminados por el áreas se han convertido en una verdadera minería de túneles y pozos. La zona es extremadamente húmeda y las lluvias en ocasiones llenan los pozos, impidiendo la búsqueda y extracción del mineral.  Las perforaciones se ven por todas partes, como cráteres de un volcán abiertos en la montaña. Las minas de larimar están localizadas en una misma montaña, en pozos abiertos de arcilla resbalosa, con profundidades que varían de 10 a 25 metros y ancho de uno hasta diez metros. Los mineros utilizan herramientas rústicas, primitivas y sencillas, tales como picos, palas y martillos. El esfuerzo que realizan para sacar de su lecho milenario el larimar es duro, riesgoso, fatigante. Pero, después de un largo proceso, el fruto de la tierra se convierte en una maravillosa joya apreciada en todo el mundo.

Zoom

AMBAR

El ambar es una resina fósil semitransparente  de color amarillento que se formó en un largo proceso, hace millones de años. Curiosamente, la República Dominicana  es el único país donde aparece el ámbar azul, muy apreciado por joyeros y artesanos.

Al principio, el ámbar era una resina pegajosa que se desprendía de troncos y ramas de los árboles. Esa resina era la defensa de los árboles contra el ataque de insectos, aves, y hongos. La resina brotaba también cuando se quebraba una rama atacada por el viento o un rayo.

Se dice que aquella resina se tornaba dura al contacto con el aire, y se acumulaba al pie del árbol, entre la hojarasca. Después, las lluvias arrastraban las resinas endurecidas hasta los cauces de los ríos y la orilla del mar, donde formaron, con la arcilla y la arena, potentes capas de sedimentos. Así, después de transcurrir millones de años, la resina endurecida se transformó en ámbar.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas