POR LILY LUCIANO
Ningún caribeño desearía vivir la   historia de la colonización, por  la esclavitud, dominación y exterminio que vivieron nuestros ancestros   por parte de los colonizadores. Sin embargo,conocer  la vida de nuestros aborígenes se ha convertido para algunos en una carta de presentación ante el mundo.

Es por ello que un grupo de artesanos locales decidió crear el Museo Taíno, ubicado en la Zona Colonial, donde se muestran piezas  desde las primeras  migraciones que vinieron al Caribe  hace 3 mil años antes de Cristo y las procedentes de Sudamérica  específicamente del  Orinoco en Venezuela, las cuales recrean el proceso por el que pasaron los trabajadores que primeros labraron el sílex, concha pulida y de roca. Esta civilización la han denominado “Preagroalfareros”  porque no conocían  el trabajo en cerámica ni la siembra de la tierra.

Luego de esos grupos llegaron otras migraciones que realizaban trabajos más finos y especializados a base de cerámica. El museo expone de manera secuencial el proceso artesanal y laboral por el que pasaron los primeros pobladores de la isla  y los últimos, que fueron los taínos.

La exposición no solo se  limita  a presentar cómo se pobló la isla, sino que también muestra su desarrollo especialmente en los aspectos agrícolas y artesanales. La división política de esos primeros pobladores no pudo pasar desapercibida, ya que se destaca cómo se dividieron los grupos y el surgimiento de los jefes de tribus, hasta llegar a los taínos.

De acuerdo con Esteban Guillén, administrador del museo, la idea de crear ese espacio cultural surge de la inquietud del empresario artesanal David Morillo, quien se  ha dedicado a la venta y explotación de artesanías y piezas a base larimar. Sus creaciones son exportadas a todas las islas del Caribe y otras partes del mundo.

Entre las piezas más destacadas de la colección, provenientes de otras culturas, se mencionan  objetos  de la cultura Chancay, del Perú, mientras que en piedra sílex se aprecian  objetos utilizados por los grupos preagroalfareros que habitaron las Barreras de Azua, además puntas que fueron usadas como cuchillos, recuperadas en la zona de Vallejuelo de San Juan de la Maguana; se exhiben martillos heredados de los grupos que tallaban conchas usando la técnica de la rotura por percusión, encontrados en la playa Costa Caribe de Juan Dolió.

Entre las piezas que se exhiben  en cerámica se distinguen ollas de la serie Ostionoide, en forma de campana.

Y entre los elementos más llamativos por su uso y belleza se destaca una punta de madera localizada en El Macao. En el museo se encuentran como elementos curiosos una tortuga de uso ceremonial, fragmento de burenes para la fabricación de cazabe, guayos para rallar la yuca y otras raíces que se usaban para curar enfermedades.

También se exhibe un huso de piedra para hilar tejidos, una cabeza de piedra zoomorfa representando un ave e ídolo de piedra representando un cacique sentado.

 Del período colonial se exhiben varios fragmentos de cristales, cerámicas, platos, clavos  de acero, monedas  de diez y seis chelines en cobre y un sello también en cobre. En la vitrina principal se encuentran verdaderas joyas del arte taíno, como dos extraordinarias piezas en perfecto estado en forma de campana.

 En el museo hay un cráneo humano que tiene un hundimiento en la frente similar a los de la raza taína, que se halló en  San Pedro de Macorís, según estudios, pertenecía a una mujer de entre 35 o 40 años