Madrid.  España. Su nombre incita a la curiosidad: ¿Un Museo del Jamón? ¿Cómo se exhibirá? Y basta asomarse para  descubrir la grata y sabrosa sorpresa: a diferencia de los museos tradicionales donde suelen presentarse con la estricta  indicación de “no tocar”, objetos artísticos y antigüedades, en los Museos del Jamón, se puede palpar y sobre todo saborear las decenas de platos que se preparan y ofertan al público a base de jamón.

De este modo queda claro que no son museos tradicionales, sino una red de restaurantes en los que se hace loor al jamón,  un ingrediente importantísimo dentro de la cocina mediterránea. En ellos el jamón es presentado como una obra de arte comestible, accesible a las decenas de turistas, que acuden ávidos de conocer la comida  típica, y a los residentes en Madrid que ya saben que encontrarán platos sabrosos,  a buen precio y en muy buen ambiente.

Esta particularidad ya es una buena razón para además de los museos habituales que se encuentran en España: Museo del Prado, Thyssen, Reina Sofía, entre otros, incluir en su agenda una visita a los Museos del Jamón.

Su historia.  El primer Museo del Jamón está ubicado en el Paseo del Prado, número 44. Fue inaugurado en agosto de 1978 por los hermanos Don Luis y Don Francisco Muñoz, quienes dentro de las razones para elegir este nombre consideraron su cercanía con los Museos del Prado y Museo del Aire. Hoy día a esa ruta se suman los museos Thyssen y Reina Sofía. Desde ese entonces se han abierto otros Museos del Jamón por todo el territorio madrileño, destacando los ubicados en las calles Gran Vía, Atocha, Alcalá y en la Puerta del Sol, llegando así a superar la decena de establecimientos de estos.

Comida típica de forma atípica.  Visitar los Museos del Jamón es hacer un viaje directo a la cocina ibérica. “El avión” está caracterizado por una decoración muy particular ya que al entrar en los restaurantes lo primero que verá son enormes piernas de jamón  pendiendo del techo.

Bastará “aterrizar” para degustar  sus exquisiteces: bocadillos, gran variedad de tapas españolas, delicias de jamón y queso, paellas, mariscos, entre otros sabrosos platos.  También  le será posible degustar las tradicionales y refrescantes cañas (cervezas) españolas normal o claras (con limón) y ¿Cómo no? La bebida reina de la temporada: el tinto de verano. Aunque si quiere algo más clásico tiene disponible una amplia selección de los mejores vinos.

Además, en los Museos del Jamón el ambiente es bastante ameno. Se caracterizan por ser lugares informales, con mucho movimiento y ritmo donde una buena compañía completará el cuadro perfecto: comida buena, barata y en un buen ambiente.  

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Precio

Son unos de los lugares más económicos para comer en Madrid. El precio medio de los bocadillos y tapas es un euro, y las cervezas cuestan 80 céntimos la normal y un euro con veinte céntimos las claras.