POR NACHO CASADO
EFE/Reportajes.- Totó la Momposina es una de las glorias que se pueden escuchar desde Colombia. Si bien la región de Mompox no es una de las más conocidas por el extranjero, su belleza inspira cada una de las letras y ritmos trepidantes de esta leyenda del cante y el baile. El bullerengue, la tabora, el pajarito, el sambapalo, la tuna o el chandé son alguna de las pruebas de esa perfecta comunión con la raíz.

De hecho, los internacionales Aterciopelados la reivindican allá donde van. El primer grupo colombiano que logra proyección mundial -a partir de su éxito «Bolero falaz». Ya como dúo – Andrea Echeverri y Héctor Buitrago- les favorece la producción de Gustavo Santaolalla y Phil Manzanera. Enrique Bunbury, ‘fan’ declarado, aportó su granito de arena al permitirles actuar junto a él cuando aún existían los Héroes del Silencio. Echeverri publicó su primer disco en solitario.

A unos cuantos pasos se encuentra la gran diva colombiana Shakira. La joven cantante es un ejemplo de pop de calidad y se le ha comparado con la canadiense Alanis Morissette por el intimismo de sus canciones. Del año pasado tiene su DVD y compacto «Live and off the record».

El vallenato de Carlos Vives trasciende fronteras y su célebre «Clásicos de la provincia» actualizó uno de los formatos musicales más ricos de Colombia. Este año ha publicado «El rock de mi pueblo», «un álbum para todos», según comentaba.

Carlos Vives nació en Santa Marta (Colombia), y eso se nota, pues en sus composiciones mantiene ese énfasis en hacer de la tradición algo exportable. La región del Valle de Upar dio origen a lo que se conoce como vallenato, el género que Vives quiso relanzar.

Sin embargo, es su disco «Clásicos de la provincia» (1993) el que le ofrece una proyección internacional inusitada. Su célebre «Gota fría» se extendió al resto de América Latina, Estados Unidos y Europa – guardando un sitio especial para sí en España-. La Provincia, su banda musical, le acompañó por entonces en uno de los periplos más largos.

Carlos Vives, con más de millón y medio de discos vendidos, destaca que el ritmo vallenato popularizado por él en todo el mundo es la expresión de la gente más humilde de Colombia.

NO SÓLO TANGO

De Argentina no sólo llega tango. El pastel se lo reparten los autores y bandas que conforman la música de uno de los países más ricos en el género ‘rock’.

Sin lugar a dudas, si se habla de ‘rock latino’ es el país austral el que más ha influido en su manera de entenderlo. Desde México a España o Chile, no hay país que se haya resistido a las canciones de Charly García, Fito Páez, Andy Chango, Andrés Calamaro, Los Fabulosos Cadillacs, Soda Stereo (y la carrera de Gustavo Cerati en solitario), por poner un ejemplo.

El aterrizaje de Babasónicos es el paradigma de un futuro que se va labrando, mientras que otras propuestas como la del incansable Calamaro (fundador de grupos como Los Rodríguez) enamora a públicos maduros y jóvenes gracias a discos como su último «El cantante». Disco en el que se fusiona el arte latinoamericano con las pulsiones del flamenco.