MÚSICA MAESTRO
Ese bolero es mío

MÚSICA MAESTRO <BR>Ese bolero es mío

POR ALEXIS MÉNDEZ
Ese bolero es mío desde el comienzo al final… No importa que haya sido escrito por Pepe Sánchez en 1888, o cantado por Luis Miguel en estos días. No importa si salió de las vivencias de Miguel Matamoros o del sentimiento platónico de Agustín Lara. Si fue acariciado por la dulce voz de Machín o fue parte del encanto de Toña La negra. Si se puso un traje de balada para que Roberto Carlos acentúe sus «Detalles», y Danny Rivera, con alma de cantor, dibuje un «Madrigal».

Que importa lo que haya hecho, es mi historia y real… Es la historia de todo ser humano. De todo el que, por lo menos una vez en la vida ha sentido un pellizco de amor. Porque el amor es su tema. En esencia, el amor a la pareja, que en principio fue mujer, hasta que llegaron Isolina Carrillo, Consuelito y otras damas que pusieron al hombre del otro lado, y descubrieron que mi bolero es andrógino y bisexual. Y es que… usted es la culpable, y usted es el culpable… de todas mis angustias y todos mis quebrantos.

Es la historia de la modernidad. Que trae el romanticismo de Goethe al siglo XX. Que posa las oscuras golondrinas de Bécquer en el piano y los idilios de Manzanero, en la guitarra de Los Panchos, y frente a las plumas de Rafael Hernández, Pedro Flores, Manuel Troncoso, José Antonio Méndez y Bobby Capó. Es la historia que hizo a Tito Rodríguez «Inolvidable». Es mi historia… La historia de un amor, como no hay otro igual.

¿Quién dijo que mis abuelos son los únicos que pueden amar? Yo también vivo enamorado. Y muchas veces he dejado de «Chatear» para escuchar las canciones de Juan Luis Guerra, Sabina o Alejandro Sanz, y buscar en ellas a mi bolero. Y es que… Lo hicieron a mi medida… Yo serví de inspiración.

Ese es mi bolero. El mismo entrometido, que sin invitarlo penetró en la vida rockanrolera de Mcartney. Que sembró amistad eterna con las rancheras de José Alfredo. Que no deja que los manejadores de Shakira, definitivamente la conviertan en un símbolo pornográfico; porque cuando ella pretende ser puta, mi bolero la cubre en su lírica. Es el mismo que engrandece los nombres de Manuel Sánchez Acosta, de Cesar Portillo, de mi adorado Pablito (el Milanes de Yolanda), de Rafael Solano, de mis amadas Lucecita y Sonia Silvestre.

Por él adoro a Ednita y a Rosario, y por él admiro las voces de Pedro Vargas, Rafael Colón, Cheo Feliciano y Fausto Rey. Por él me vuelvo loco cuando escucho a Bola de Nieve y La Lupe.

Su música sentida se clavó en mi corazón… Y por eso canto lo tangible, como «Aquellos ojos verdes»y «Las perlas de tu boca». También me lleva a cantar lo intrínseco, como el «Alma mía». Además recuerdo fantasías que le ponen aretes a luna o hacen que un toro se enamore de ella.

Ese Bolero es mío por un derecho casual… Así lo escribió Mario de Jesús, el dominicano que vivió preguntando por el amor que le juraste. Así lo cantó Felipe Pirela, con su voz cansada de no saber si reía o lloraba. Y es verdad, es mío… Porque yo soy el motivo de su tema pasional.

programamusicamaestro@yahoo.es

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