El otoño, estación de belleza y esplendor, etapa en la que se han generado espacios y procesos de trascendencia en la vida musical del país. La semana pasada escribimos sobre los 40 años de la Academia Dominicana de Música. El artículo destacaba como la Academia formó a una generación importante de músicos, algunos de ellos se dedicaron a la educación musical y a la creación de propuestas novedosas en la formación musical, como es el caso del Centro de Educación Musical Moderna, CEMM.
El Centro de Educación Musical Moderna, CEMM, abrió sus puertas el 28 de octubre del año 1991 bajo la dirección de Laurina Vásquez, Pascale Denis, Elena Alamilla y María del Pilar Domingo. Desde finales de los 90 el CEMM quedó únicamente bajo la dirección de Laurina Vásquez como ocurre actualmente.
El CEMM tiene en lo personal un peso significativo, en él fui maestra de piano, lectura y teoría musical (1991-1995), allí se formaron musicalmente mis hijos, Oscar, Magdalena y Laura Elena. El impacto y motivación del CEMM provocó en mis dos hijas su desarrollo profesional en la música desde la Dirección Coral y la Educación Musical mención canto.
En el transcurso de estos 25 años el CEMM ha cubierto un gran vacío en la sociedad dominicana en dos direcciones: la atención a la educación vocal, coral y a la población con necesidades educativas especiales. Igualmente en este centro se ofrecen clases instrumentales y de las distintas materias que componen los estudios musicales en el nivel elemental e intermedio.
El CEMM tiene una escuela de canto coral (Choralis). En esta escuela se han formado coros infantiles y juveniles con una alta calidad musical y vocal que se presentan en obras de renombre como el “Carmina Burana” junto al Coro Nacional y la Orquesta Sinfónica Nacional, todos los años hace presencia en distintos escenarios con la Orquesta Sinfónica Nacional en los conciertos navideños.
El programa de Educación Musical Especial tiene como nombre “Música sin Barreras”. Niños, niñas y jóvenes del programa reciben clases de música, aprenden a tocar instrumentos, forman parte de un coro y una pequeña orquesta denominada “Rithmus Band”. La integración de la música a la formación de esta población genera impactos significativos en su desarrollo emocional, cognitivo y social.
El CEMM ofrece así a población infantil y adolescente general y en condiciones especiales educación musical con énfasis en la práctica coral desde un espacio formativo integral. Desarrollando en ella valores como: sensibilidad, trabajo en equipo, cooperatividad, disfrute estético y solidaridad. Estos valores se internalizan favoreciendo y fortaleciendo su potencial como promotores de la armonía social y la paz.