LONDRES (EFE).- Muchas bandas de música británicas se han visto perjudicadas al no haber podido actuar en Estados Unidos en los últimos años a causa de las medidas de seguridad impuestas por ese país tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Según informa el diario británico The Times, varios grupos británicos tuvieron que cancelar sus actuaciones en aquel país después de que sus autoridades en materia de inmigración les denegasen visado de entrada temporal.

Las nuevas bandas de rock británicas no pueden afianzarse en el mercado discográfico más importante del mundo, pues, además de las dificultades a las que se tienen que enfrentar para obtener el visado para actuar en directo, los costos de tramitación por la vía rápida de ese documento puede superar los mil euros.

Tras el éxito alcanzado al otro lado del océano por músicos británicos, como Franz Ferdinand o la banda “Cold Play”, el Gobierno del Reino Unido prepara una ayuda de más de 40.000 euros para que las nuevas promesas de la música puedan viajar este mes al festival anual “South by Southwest”, que se celebra en Austin (Texas, EE UU).

Pese a esta ayuda del Gobierno, los grupos de rock británicos que acudan al festival, como “Block Party”, “Kaiser” o “Chiefs”, tendrán que pasar primero una entrevista con las autoridades estadounidenses para obtener el visado. El pasado año los componentes del grupo escocés “Dogs Die In Hot Cars” no pudieron actuar en Texas porque no superaron esa entrevista, pese a figurar en los primeros puestos del “hit-parade” británico.