Músicos latinos encabezan campaña de amnistía internacional

Músicos latinos encabezan campaña de amnistía internacional

MÉXICO.  Saúl Hernández está plenamente convencido de que el arte es una herramienta muy poderosa para penetrar en la conciencia y en el corazón de la gente.

Por esa razón hace más de una década el rockero mexicano sumó su voz a la de Amnistía Internacional, que vela por el respeto a los derechos humanos en el mundo.

Las causas sociales que el líder del grupo Caifanes ha promovido a lo largo de su relación con la organización son diversas, desde el repudio a los feminicidios en México, principalmente en el norteño estado de Chihuahua, hasta el rechazo a la violencia contra los periodistas, el apoyo al movimiento (hash)YoSoy132 y la lucha de los familiares de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace siete meses en el sureño estado de Guerrero.

“Independientemente del gobierno, del narcotráfico, la impunidad y la corrupción, como sociedad tenemos una labor muy importante: recuperar nuestra conciencia como seres humanos, como latinoamericanos”, dijo Hernández a The Associated Press en una entrevista realizada la noche del martes en la capital mexicana.

El músico funge como vocero de la campaña “íDesde aquí!”, con la que Amnistía Internacional inauguró esta semana su primera oficina regional en las Américas con sede en la Ciudad de México.

“Hoy más que nunca necesitamos saber quiénes somos, hacia dónde vamos y cómo podemos actuar para erradicar todo eso que nos aqueja”, agregó el compositor e intérprete de 51 años.

La cantante mexicana Lila Downs, la cantautora Mariana Vega y la pianista Gabriela Montero, ambas de Venezuela, así como el ilustrador checo Peter Sis, también forman parte de esta campaña, con la cual Amnistía da inicio a una nueva forma de trabajo en el continente americano, a donde transferirá responsabilidades anteriormente realizadas en su sede en Londres.

“Amnistía Internacional ha estado reflexionando durante los últimos años sobre cómo mejorar nuestro trabajo para impactar en materia de derechos humanos. Vimos que el mundo había cambiado, que la geopolítica había cambiado. Lo que queremos hacer es tener un movimiento fuerte de derechos humanos en la región”, dijo Perseo Quiroz, director de Amnistía Internacional México.

“A través de la oficina regional en las Américas vamos a estar más cerca del terreno, vamos a documentar más de cerca las violaciones a los derechos humanos, y ampliaremos nuestra capacidad para hacer campañas que ayuden a combatir los abusos contra los derechos humanos en Latinoamérica”, agregó el directivo.

Aunque Downs es una entusiasta defensora de los derechos de los indígenas y ha participado en campañas que promueven diversas causas sociales, por primera vez une fuerzas con Amnistía Internacional para sumar su voz a favor de los derechos humanos.

“Uno solo no puede hacer el cambio en la sociedad. Como cantautora estoy obligada a escribir canciones que nos inviten a la reflexión y a usar el micrófono para poner mi granito de arena en aras de transformar nuestra sociedad, sobre todo en México, donde todos los días ocurren cosas tan atroces”, señaló la cantante méxico-estadounidense el miércoles en una entrevista telefónica con AP.

“Ya no basta sólo el enojo de la gente, ahora tenemos que actuar”, añadió la cantante y compositora, quien recientemente dedicó la canción “La Patria Madrina” de su nuevo álbum, “Balas y Chocolate”, a los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.

El irlandés Bill Shipsey es fundador de “Art for Amnesty”, el programa de trabajo que Amnistía Internacional ha establecido desde 1977 con artistas de todo el mundo para crear nuevos proyectos que ayuden a la organización a amplificar su mensaje a favor del respeto a los derechos humanos.

“Soy un abogado, no soy artista, así que puedo argumentar a la gente sobre la importancia de los derechos humanos, y puede que conecten en un modo intelectual. Sin embargo, si quieres conectar con el alma, con el corazón, entonces el arte es el medio por el cual debes hacerlo”, dijo Shipsey a la AP.

El también activista recordó que durante la década de 1950, Amnistía Internacional contó con el apoyo de figuras como Pablo Picasso, un entusiasta defensor de los derechos humanos que donó su dibujo de 1959 “La paloma y el prisionero” a la organización.

“El primer músico que participó activamente en Amnistía fue Pete Townshend, cantante y guitarrista de The Who, quien a su vez introdujo al cantante de U2, Bono, a la organización.

Luego Bono nos presentó a Peter Gabriel, y en los últimos 20 años nuestra lista de músicos colaboradores ha incluido nombres como Michael Stipe (R.E.M.) y Youssou N’Dour”, contó Shipsey.

Hernández y Shipsey entablaron una relación de amistad y colaboración en 2003, aunque fue cuatro años después cuando se materializó el proyecto “Instant Karma: The Amnesty International Campaign to Save Darfur” (Karma Instantáneo: La campaña de Amnistía Internacional para rescatar Darfur), un álbum en el que varios artistas interpretaron canciones de John

Lennon para colaborar en la campaña de alivio para la crisis en Darfur. Para ese disco, el rockero mexicano grabó “Gimme Some Truth” junto a su extinta agrupación Jaguares.

“Logramos recaudar 5 millones de dólares por la venta de ese álbum, y en parte se lo debemos a este hombre, a Saúl Hernández, no a Bono ni a nadie más, fue gracias a Saúl”, dijo Shipsey.

Como parte de las actividades que engalanan la apertura de la primera oficina regional de Amnistía Internacional en la Ciudad de México, que incluyen mesas redondas y proyección de películas, Saúl Hernández, Lila Downs y Mariana Vega ofrecerán un concierto el viernes en el Salón Los Ángeles de la capital mexicana.

Esa misma noche, la pianista Gabriela Montero dará un concierto con la Orquesta de Minería en el Centro Cultural Roberto Cantoral. “Los cambios más fuertes vienen desde el interior, desde nuestra casa, desde nuestros nidos. Realmente podemos empezar a recuperar los valores. Vamos a dar no sólo uno, sino grandes pasos. La educación es el fundamento para que una sociedad sea libre”, dijo Hernández.

Con más de 5 millones de activistas que fortalecen la demanda de justicia y 2 millones de integrantes y simpatizantes que impulsan la lucha por los derechos humanos, Amnistía Internacional es un movimiento global que trabaja por un mundo en el que todas las personas puedan gozar de todos los derechos humanos.

A través de una minuciosa investigación y un elaborado trabajo de campaña, ayuda a combatir abusos en todo el mundo, lleva a torturadores ante la justicia, cambia leyes opresivas y libera a personas encarceladas por el simple hecho de expresar su opinión.

La organización ha abierto oficinas en distintas ciudades de África, América, Asia y Oceanía, Europa Central y Oriental, así como Oriente Medio.

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas