MEXICO (AFP).- El gobierno mexicano no espera una reacción violenta del narcotráfico ante la extradición de varios de sus líderes como sucedió en Colombia cuando adoptó una medida similar, a pesar de que tiene intención de continuar entregando a más líderes de cárteles.

“No esperamos una respuesta como la que sucedió en Colombia puesto que esto no es un tema nuevo”, aseguró el domingo en rueda de prensa el procurador federal, Eduardo Medina, después de que el viernes fuesen entregados 11 narcotraficantes, entre ellos varios líderes, como Osiel Cárdenas, capo del cártel del Golfo.

“El año pasado se extraditaron 63 miembros de organizaciones delictivas, principalmente hacia Estados Unidos”, afirmó el funcionario, aunque nunca antes habían sido entregados cabecillas de tal entidad ni antes de cumplir sus condenas en México.

No obstante, Medina añadió que “las autoridades, tanto judiciales como administrativas del Estado mexicano, se encuentran en perfecta preparación para afrontar cualquier tipo de reacción que pudiera haber”.

Lo que no descartó es que, como en otras ocasiones en que han sido detenidos líderes del narcotráfico, se produzca un recrudecimiento de la violencia entre las distintas bandas o en su interior por la lucha por el liderazgo. En los años 90, los cárteles del narcotráfico colombiano reaccionaron con una ola de violencia extrema contra el Estado, que incluyó atentados con bomba, ante la extradición de sus líderes a Estados Unidos.

Tras el golpe de efecto del viernes con la extradición de varios capos de una sola vez, que fue muy celebrada por el gobieno de Estados Unidos, el procurador federal aseguró que “el esfuerzo de extradición continuará”.

“Hay pendientes decenas de extradiciones, pero que están sujetas todavía a procedimientos judiciales”, dijo Medina, quien precisó que la medida no se debió a presiones desde Washington, sino que fue “una decisión soberana y unilateral del gobierno de México”.

Sobre el cambio de política respecto a la anterior administración, que rechazó extraditar a líderes del narcotráfico en tanto no hubiesen cumplido sus condenas en México, afirmó que “la ley de extradición no condiciona al gobierno a agotar ningún otro procedimiento, más que el de amparo”.

“Una vez agotado este recurso, la parte requerida está en plena libertad de otorgar las extrediciones y de ejecturlas de inmediato (…), tampoco hay obligación de agotar la ejecución de penas en el orden local que hayan sido impuestos a estas personas”, explicó.