MEXICO (AFP).- El gobierno mexicano dio una nueva vuelta de tuerca a su lucha contra los cárteles de la droga, que han sumido al país en una ola de violencia en los últimos años, al extraditar a Estados Unidos a varios de sus líderes, incluso antes de que cumpliesen sus condenas en el país.

De un sólo golpe, el viernes fueron extraditados 11 narcotraficantes reclamados hace años por las autoridades estadounidenses en una acción que representa el inicio de una nueva era en la cooperación en materia de justicia entre México y Washington, que dedicó grandes elogios al presidente Felipe Calderón.

La lista está encabezada por Osiel Cárdenas, cabeza del Cártel del Golfo, una de las organizaciones criminales más poderosas de México, pero también fueron entregados otros líderes y lugartenientes de los cárteles de Sinaloa, Tijuana y Juárez.

Los criminales fueron extraditados a pesar de que todavía se encontraban cumpliendo sus respectivas condenas en este país e incluso con algunas causas todavía pendientes de juicio.

Como «día histórico de extradiciones de México a Estados Unidos» fue calificada la jornada en un comunicado por la embajada de éste último país, que respondió con satisfacción al anuncio de la entrega de quienes consideró como «algunos de los delincuentes más brutales de la historia de nuestros dos países».

Una sentencia de la Suprema Corte de Justicia mexicana de noviembre de 2005 declarando constitucional la cadena perpetua abrió la vía a la extradición de narcotraficantes a Estados Unidos sin tener que pedir a este país el compromiso de no aplicarles la cadena perpetua.

Sin embargo, hasta ahora se había seguido la norma de no extraditar hasta que se hubiese cumplido la sentencia en México.

El gobierno de Calderón, que asumió el poder en diciembre con el combate contra la inseguridad como estandarte, dio un vuelco a esta política de la anterior administración, que fracasó estrepitosamente a la hora de combatir al narcotráfico. El comunicado en el que el gobierno anunció la medida, aseguró que la extradición estaba «estrictamente apegada a derecho», ya que todos ellos «agotaron el juicio de amparo a que tienen derecho y, en todos los casos, les fue negada en sentencia definitiva la protección de la justicia federal».

La administración de Calderón, que en las últimas semanas ha desplegado miles de soldados en algunos de los estados más castigados por la violencia del crimen organizado, lanzó así un mensaje de los cárteles de que está decidida a utilizar la extradición como una herramienta más en el combate al crimen organizado.

Durante el mandato de Vicente Fox (2000-2006), los cárteles de la droga sumieron a amplias regiones del país en la violencia, con centenares de muertos, a pesar de la detención de algunos de sus principales jefes, algunos de los cuales siguieron controlando sus organizaciones desde prisión.

Era el caso de Osiel Cárdenas, que a pesar de que fue detenido en mayo de 2004 sigue siendo considerado el líder máximo del cártel del Golfo, que se encuentra en una guerra por distintas plazas con el cártel de Sinaloa.

También fueron extraditados tres líderes del Cártel de Sinaloa, de cuya protección se habían lanzado algunas acusaciones contra la anterior administración sobre todo a raíz de la fuga, hace seis años, de su líder, Joaquín »El Chapo» Guzmán, de un penal de máxima seguridad.

De esta organización fueron trasladados a Estados Unidos Héctor »El Güero» Palma, considerado colíder del cártel junto con »El Chapo» hasta su detención en junio de 1995, así como Miguel Ángel Arriola, dirigente junto con su hermano Oscar Arturo de una organización paralela, y Saúl Saucedo.

También están en el grupo los hermanos Gilberto »Gillio» e Ismael »Mayel» Higuera Guerrero, líderes del cártel de Tijuana, de la familia Arellano Félix, y Giberto Salinas »El Güero Gil», del cártel de Juárez.

La embajada estadounidense elogió el «extraordinario liderazgo, valor y convicción» de Calderón y de su procurador general, Eduardo Medina.

Medina se reunió hace dos semanas con su contraparte del otro lado de la frontera, Alberto Gonzales, el cual se congratuló del incremento de extradiciones de criminales entre los dos países.

«El Estado mexicano no tolerará la violencia y responderá con toda fortaleza contra todas las organizaciones criminales que lesionen los intereses de la nación», advirtió el gobierno al anunciar la extradición múltiple.