Nación acorralada

Nación acorralada

El caos migratorio existente en la República Dominicana, dirigido principalmente por su clase económicamente dominante, aliada a un sector gubernamental tradicionalmente corrompido, ha llegado a tal extremo hoy día que para muchos de ellos les es posible predecir que el resultado de las elecciones presidenciales del mes de mayo, dependerá en gran medida de la manipulación que ellos ejerzan en la forma de votar de la población de origen haitiano que reside ilegalmente en el país que ha sido provista de Cédulas de Identidad Electoral de forma fraudulenta. Pero contrario a la idea de estos malos dominicanos, el tiro les podría salir por la culata, cuando la consigna electoral baje, no de la forma que ellos la han previsto en su conspiración, si no la que sea emitida desde la Casa de Gobierno ubicada en Puerto Príncipe con la orden a la población «haitienne dominacaine» de votar por otro determinado candidato presidencial en aras de los mejores intereses para la bicentenaria nación haitiana, una e indivisible, según sus creencias doctrinales, en la isla de Saint Domingue.

No se espante de esta absurda y temeraria aseveracíon mía, amigo lector. Me explico. Piensa. En esta nación dominicana preñada desde su fundación de contradicciones insólitas, donde abundan ciudadanos honorables con doble personalidad, poseedores de valores éticos y morales en su vida pública y privada completamente invertidos, -esta inverosímil posibilidad contraria a la soberanía dominicana no es una quimera. Solo se está a la espera del surgimiento y la consolidación en la República de Haití de un líder político de arrastre de masas, carismático, inteligente, aguerrido, populista, que como una avalancha en el uso de la palabra pueda enardecer a las paupérrimas masas hambrientas y analfabetas señalándoles como la causa de sus graves problemas, las estrecheces territoriales de aquel país devastado y como solución, la ocupación masiva de sus habitantes del territorio de la parte Este como pago de una vieja deuda histórica de la época de Toussaint Louverture. Este ser dotado, iluminado, el escogido, aparecerá como presidente vitalicio o rey absoluto de una sola nación como una milagrosa reencarnación de Jean-Pierre Boyer, donde pueda encender con su magia verbal la mecha de unión entre los dos territorios isleños, su población previamente amalgamada, alas de un mismo pájaro y casados sin divorcio.

Esta delicada y peligrosa situación política, aunque no sea percibida por la intelectualidad es una obra de zapa a la dominicanidad, desarrollada silenciosamente, sin apuros, pero sin tregua, pero sin tregua, que está a la vista al final del caos político, social y económico isleño, que utiliza a la República Dominicana como recipiente de toda la basura política y social que se produce en Haití para engrosar las calamidades nuestras.

Existen fuerzas nacionales y extranjeras ocultas en las tinieblas que acechan la ocasión oportuna para que un enemigo declarado de la nacionalidad dominicana junto a la nacionalidad dominicana junto a la quinta columna haitiana aupada por el corrompido autoritarismo de Estado, que predicó el socialismo agrario gubernamental (CEA, Reforma Agraria con el empleo de miles de trabajadores agrícolas haitianos esclavizados en la industria azucarera estatal y en las plantaciones arroceras expropiadas) diseminada por años en todos los rincones del territorio nacional con el apoyo no siempre inocente o «naive» de los «tontos útiles» filtrados en todos los estratos sociales como en las universidades y centros de estudios y en la Iglesia Católica y de otras denominaciones religiosas, así como algunas asociaciones de masa disfrazadas como Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que dicen buscar la paz mundial den el zarpaso de muerte a la nación dominicana.

No hay que ser dotado de un título universitario en la Soborna o de Salamanca, ni haber trabajado como técnico en algún organismo internacional con sede en Washington o haber vivido en la ciudad de Québec, para darse cuenta como casi toda la estructura social, económica, política, religiosa, intelectual y militar de la nación dominicana está podrida, padeciendo del cáncer de la haitianofilia, que poco a poco va comiendo todo lo sano de este cuerpo social llamado República Dominicana, transfigurándola en algo desconocido, aberrante.

Observa. Si usted cree que exagero, dígame por qué se presenta como una nirvana social la disolución de la nacionalidad única dominicana, para enarbolar el principio de la doble nacionalidad. Por qué se abona la tesis del jus solis para crear derechos a favor de los haitianos delincuentes que violan las leyes migratorias dominicanas. Por qué se otorgan actas de nacimientos a los hijos de esos delincuentes. Por qué se les da asistencia médica en los hospitales públicos a hombres y mujeres haitianos con residencia ilegal en el país. Por que se inscriben los hijos de los delincuentes haitianos en las escuelas públicas. Por qué se pretende otorgar derechos especiales a las minorías haitianas como la obligatoriedad del gobierno de transmitir en «creole» programas diarios de orientación a esa Diáspora haitiana residente ilegal. Por qué las autoridades gubernamentales dominicanas privilegian la mano de obra haitiana en la agricultura, en la industria de la construcción, en el turismo, en la zona franca, y en todo lo que sea trabajar en el país. Por qué se endiosa en un pedestal «la remesa» que viene del extranjero y se impide el trabajo honesto de los dominicanos en la generación de riqueza en su país.

Somos una nación acorralada, sin destino seguro, viviendo en una casa divida donde hermanos a hermanas le hacen la guerra como perros y perras con saña y envidia, con odio y mentira a la espera de que algún demente haitiano quiera casarse con la gloria. Cuando los centros electorales instalados en Puerto Príncipe y otras ciudades y pueblos haitianos sabrán este 16 de mayo, ¿por cuál candidato presidencial votarán los ciudadanos que tienen doble nacionalidad? ¿Por quién votarán los haitianos en el Batey 5 del Padre Ruquoy, o en los predios de Sonia Pierre, y del Padre Montalvo o en los barrios de Cristo Rey, Los Alcarrizos o El Dique del Ensanche Ozama?

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