PARÍS. Rafael Nadal admitió durante el Abierto de Francia que los números nunca han sido su fuerte.
“Matemática”, dijo sonriente el tenista español mientras apuntaba hacia abajo con el pulgar derecho, “fue la única materia que fracasé en el último año que pude ir a la escuela”.
Quizás debería refrescar algunos conceptos. Si Nadal derrota el domingo a Stan Wawrinka en la final en Roland Garros, gran parte de su legado se definirá por las estadísticas.
Sería su 10mo título del Abierto de Francia, más que cualquier otro hombre o mujer en un mismo major en casi medio siglo de la era del tenis profesional. También alcanzaría las 15 coronas de Grand Slam, para alejarse de Pete Sampras y quedar solo en el segundo puesto, a tres del récord de 18 de su gran rival Roger Federer.
Después de liquidar a Dominic Thiem por 6-3, 6-4, 6-0 en las semifinales del viernes, a Nadal le preguntaron si la décima corona sería su mayor logro, especialmente tomando en cuenta las lesiones de muñeca que lo afectaron la temporada pasada. Como era de esperarse, el español que acaba de cumplir 31 años encogió los hombros y luego bromeó: “Nueve o 10, sólo es 10 por ciento más”.
Tanto Nadal como su tío Toni, su entrenador y mentor desde que “Rafa” tenía cuatro años, han restado importancia a “La Décima”.
“Siempre que venimos aquí vamos partido a partido, nunca pensamos en el próximo título”, dijo Toni. “Pero, por supuesto, si gana el domingo será muy especial, algo increíble”.
Esos dos adjetivos especial e increíble describen el recorrido de su sobrino hasta la final. Nadal no ha perdido un solo set, y ha cedido apenas 29 games.
“Hasta ahora, todo bien”, señaló Toni con cierta sutileza.
Otras dos cifras a tener en cuenta: Nadal tiene marca de 78-2 en Roland Garros, y de 101-2 en todas las canchas de arcilla cuando juega partidos a un máximo de cinco sets.
“Jugar contra Rafa en arcilla, en la final del Abierto de Francia, probablemente es el mayor reto que existe en el tenis. Es el mejor jugador en la historia en arcilla”, dijo Wawrinka, quien superó a Novak Djokovic en la final de 2015 para conquistar su único título en París. “Sin duda será muy difícil. Pero… es la final. Ambos jugadores tendremos presión, nadie puede salir a la cancha pensando que no habrá presión”.
Nadal está invicto en sus nueve finales en su escenario favorito.