MOCA. Espaillat.  Los puestos de medicinas que, de manera irregular, operan en esta ciudad desde hace más de 30 años, siguen en aumento, sin ningún tipo de control por parte del Ministerio de Salud Pública, según las quejas de propietarios de farmacias, que ven con preocupación la proliferación de esos negocios.

Además de ofertar muestras médicas a bajos precios, hay denuncias de que en esos establecimientos se vende medicinas falsificadas y alteradas,  situación que está llevando a la quiebra a los dueños de farmacias, debido a la competencia desleal.

Dijeron que debido al  aumento descontrolado de esos puestos de medicinas, muchas farmacias están cerrando sus puertas y otras están en venta para dedicarse a otras labores productivas.

Francisco Lizardo, encargado de la farmacia Nepalí, dijo que los puestos clandestinos de medicinas  afectan las farmacias legalizadas, por el hecho de que mientras estas pagan impuestos en medicamentos,  energía eléctrica y otros costos operacionales,  los demás operan sin   ningún tipo de restricción.

Lamentó que fuerzas económicas y políticas, incluyendo legisladores, estén involucrados en esta mafia de las medicinas.

Por su parte, el alcalde de este municipio, Remberto Cruz, dijo que en parte el Ministerio de Salud Pública es el responsable del descontrol en los puestos de venta irregular de medicinas, por otorgar permisos en el 1998, y los negocios comenzaron a crecer sin ninguna regulación.

Según el alcalde,  éste es un sector  económico fuerte y con mucha demanda, y que cuenta con la defensa de la  población.