Imagen tomada el 16 de junio mientras un Agente de Vigilancia y Tratamiento Penitenciario supervisaba el cumplimiento de la prisión domiciliaria.
A cuatro años de la fuga o «muerte» del presunto narcotraficante Pedro Alejandro Castillo Paniagua, conocido como Quirinito, ninguna autoridad ni persona se refiere al caso que colocó en juego la credibilidad del sistema de justicia del país.
Ninguna autoridad dominicana ha podido confirmar que el condenado a 30 años de prisión murió de cáncer en la lengua, como certificó el médico legista Orlando Herrera en julio de 2017, o sencillamente se escapó y se encuentra prófugo.
El pasado 4 de septiembre del 2017 cuando estalló el escándalo Quirinito, el tema se convirtió en el más relevante del pa por el involucramiento de médicos, abogados, fiscales y otros actores en el hecho.
Todo esto movilizó a todos los organismos represivos y de inteligencia del Estado dominicano para su búsqueda, y la incorporación de la Policía Internacional (Interpol) para ampliar el radio de acción. Sin embargo, nada ocurrió.
¿Vivo o muerto? Las informaciones que salían a la luz pública sobre su paradero y los cómplices, se movían en diferentes sentidos y tocaban varios sectores.
Una de las tantas que se manejó fue el hecho de que el médico legista Herrera Robles, quien certificó su muerte, también había validado que el sentenciado padecía de cáncer terminal cuando estaba en la cárcel.
Este último documento de validación del legista lo presentó en su rueda de prensa la jueza de ejecución de la pena de San Francisco de Macorís, Aleida Jiménez Acosta, quien fue suspendida e investigada por conceder la prisión domiciliaria a Quirinito.
¿Complicidad?. Esto dos últimos actores fueron mencionados como parte los involucrados y suspendidos por el hecho, agregando otros como el de ejecución de la pena de San Cristóbal Willys de Jesús Núñez y Felipe de Jesús Restituyo Santos, procurador general de Corte de Apelación de San Francisco de Macorís.
También, José Calasanz Morel, procurador de Corte de Apelación, y Franklin Ortega, encargado de la Supervisión del Medio Libre del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria.
Lo mismo ocurrió con el profesional de la medicina, quien el 5 de julio emitió el certificado ficticio en base al cual se expidió el acta de defunción No. 00239, Folio 0039, con fecha de registro del 6 de julio del presente año, que declara la defunción del hoy prófugo.
Algunas pistas. En un comunicado para la prensa emitido en octubre del 2017, el Ministerio Público explicó que Quirinito no está muerto y que varios actores del sistema se habrían confabulado para que se fugara.
Dijo además que «fue la disposición de la jueza Aleida Jiménez Acosta que ordenó sacarlo del Centro de Corrección y Rehabilitación Vista al Valle para recluirlo en una vivienda situada en el residencial Bety Marie, del sector Paseo de los Ríos, en el municipio cabecera de la provincia Duarte”.
Otro que se pronunció al respecto fue Sigfrido Pared Párez, para entonces titular de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), quien en una entrevista dijo que la justicia dominicana y la Policía Nacional saben dónde está el prófugo.
«Esto no es un asunto del DNI, es un asunto a la justicia dominicana y de la Policía Nacional, que ellos saben dónde está Quirinito«, expuso tras señalar que ese tema se ha usado para sacarlo cuando más convenga, en una forma de juego. «Nosotros no sabemos dónde está, lo sabe la Procuraduría», puntualizó.