NANA MOUSKOURI
«La música es necesaria para la paz»

<p><span><strong>NANA MOUSKOURI</strong><br/></span>«La música es necesaria para la paz»</p>

Por: Maribel Lazala
Fotografías: Tony Pampillo

Con su voz angelical ha cautivado a varios continentes que se han rendido al encanto de su envolvente personalidad. Sin embargo, ella ha preservado la ingenuidad y la discreción que, combinados con su imagen de colegiala, ha logrado romper los esquemas de la popularidad y la ha proyectado como una de las artistas más brillantes de la época.

Considerada  después de Madonna, la cantante de mayor éxito del mundo y colocada en el número 5 en la lista de los artistas más vendedores de discos, por encima de los Rolling Stones y Elton John, sin duda nos encontramos frente a un fenómeno de talento y carisma sin igual.

Durante su larga y exitosa carrera profesional, ha vendido cerca de 250 millones de discos alrededor del mundo y ha ofrecido conciertos en las salas más prestigiosas del planeta, como Royal Hall de Londres, el Olympia de Paris y el Carnegie Hall de Nueva York, por sólo mencionar los más importantes, y en todos ellos se han agotado las entradas. La respuesta a tanto éxito ha sido debatida por muchos expertos, considerando que el mismo obviamente es una combinación exquisita de talento, voz, sensibilidad, naturalidad y dominio escénico. Pero lo que sea, pasa a un segundo plano cuando nos encontramos frente a esta exquisita mujer, que a sus 72 años, aun luce estupendamente, mantiene intacta su bella voz y conserva su estilo personal que la ha identificado a lo largo de su carrera.

En su visita a Santo Domingo dentro de su tour de despedida de los escenarios, bajo el título «Farewell World Tour», esta celebridad mundial no tuvo reparos en concedernos una entrevista exclusiva para compartirlas con nuestros fieles lectores.

Algo más de Nana Mourkoury

Joanna Mouskoury nació en Creta, Grecia, un 13 de octubre del 1934, en el seno de un hogar donde recibió el apoyo a sus incipientes talentos en el plano del arte.  Inició su carrera a muy temprana edad, desarrollando sus habilidades artísticas en Atenas, donde su padre se estableció con la familia por su trabajo como proyeccionista de cine, oficio que colaboró a acrecentar el amor de Nana por el arte, especialmente la música. Recibió una cuidada educación musical hasta 1950 cuando decidió dedicarse a la música popular. Cantó en pequeños clubes nocturnos  y actuó como vocalista del grupo «Los atenienses», donde conoció a su marido George Petsilas, del cual se separó un tiempo después. Años mas tarde, se casó con André Chapelle, quien era y sigue siendo su productor. Pero no es hasta 1959 en adelante cuando se inician los triunfos de Nana, gracias a sus experiencias en diversos géneros musicales, como el pop, jazz, folkórica, clásica, gaspel, etc., ganando varios premios en festivales internacionales, que la catapultaron de inmediato a la fama, convirtiéndose en una celebridad mundial por su dominio de diferentes idiomas y la popularidad de sus canciones grabadas en griego, inglés, francés, español, latín, alemán, hebreo y japonés, entre otros. Nana, como todos la conocen, mantuvo siempre una personalidad muy definida siendo admirada tanto por personas ricas y de la realeza europea, como por las personas comunes, porque sin dudas es poseedora de un carisma en su voz que atrapa y envuelve a todo aquel que la escucha. Pero, trascendiendo al plano personal, esta artista ha sido coherente con sus principios y con su evidente sensibilidad, incursionando en la política de su país, donde reprobó la dictadura militar y apoyó la democracia hasta su restitución en 1974 y por otro lado, su amor por los niños la llevó a ser embajadora de la UNICEF y representar a Grecia, su país natal, en el Parlamento Europeo en 1994.

Publicaciones Relacionadas