Por experiencia sabemos que el narcotráfico ha permeado todas las instancias del Estado dominicano, no solo aquellos organismos llamados a perseguirlo como son la DNCD, la Policía Nacional y otros cuerpos armados. Y es bueno, y siempre oportuno, que nos lo recuerden de vez en cuando. Eso es precisamente lo que acaba de hacer la Policía con el anuncio del apresamiento de un regidor de Jimaní, acusado de encabezar una “peligrosa red” de narcotraficantes, al que ocupó durante un allanamiento dos pistolas, pertrechos militares, 981 mil pesos en efectivo y objetos relacionados con el tráfico de drogas. El apresamiento del regidor del PRD Luis Domingo Medina Trinidad también nos recuerda lo poco efectivos que son los controles para evitar las infiltraciones del narcotráfico en todo el tejido social, y mas que nada en la vida política, donde la ausencia de una Ley de Partidos que transparente el financiamiento que reciben las organizaciones políticas crea las condiciones ideales para que el flagelo y sus patrocinadores sienten sus reales. ¿Quién puede garantizar que el dinero del narcotráfico no estará financiando (si no lo está haciendo ya) campañas y candidaturas en las elecciones generales del 2016? ¿Tienen los partidos los mecanismos de control que eviten que se les “cuele” un candidato patrocinado por el narco? Son tan solo preguntas retóricas que no necesitan respuestas, pues hace rato que está requete demostrado que los narcopolíticos no son un producto de la mente delirante de Vincho Castillo, asesor en materia de drogas del Poder Ejecutivo, sino una realidad pura y dura con la que convivimos. Y si alguien tiene alguna duda, o desea conocer mas detalles de la mancuerna droga y política en República Dominicana, puede consultar directamente al exconvicto por narcotráfico Quirino Ernesto Paulino Castillo, que –sospecho– estaría gustoso de responder cualquier pregunta o inquietud sobre el tema.