Narcotráfico: ciclo repetitivo en América Central y RD

Narcotráfico: ciclo repetitivo en América Central y RD

Es bien sabido que las subregiones centroamericanas y caribeñas, conformantes de la zona geopolíticamente denominada como Gran Caribe, ubicada en Mesoamérica, a mitad de camino entre Sudamérica – relevante punto productor de drogas – y Norteamérica – enorme mercado de la misma – constituye rutas obligadas en el afán de las organizaciones criminales de llevar su oferta a donde la demanda es grande. En verdad, se trata de dos rutas: o bien a través de las naciones centroamericanas – ya sea por el Caribe o por el Pacífico de manera de llegar por tierra a territorio estadounidense pasando por México; o utilizando rutas propiamente caribeñas aprovechando la realidad geopolítica que conjuga fragilidad defensiva de los pequeños estados insulares e intensos vínculos económicos – comerciales y turísticos con Norteamérica y Europa. En este caso el país líder de la región lo es la República Dominicana.

Cuando el tráfico es golpeado severamente en uno de los caminos pues simplemente disminuyen su uso y se desplazan al otro. Hasta que en éste comiencen a acorralar a los cárteles y vuelvan al anterior. Es un verdadero ciclo infernal.

En la segunda mitad de la primera década de este siglo XXI se observó un incremento brutal de las acciones del narcotráfico en México y algunas naciones de América Central con olas de crímenes verdaderamente brutales. La situación reclamó la atención y asistencia masiva internacional, especialmente norteamericana – principal nación afectada -. Surgió el Plan Colombia y el Plan Mérida y, entre múltiples operativos la muy destacada Operación Martillo (tratada anteriormente en esta columna). En consecuencia, las organizaciones narcotraficantes se han comenzado a desplazar hacia el Caribe, especialmente a RD colmo se puede comprobar al revisar los informes de volúmenes de incautaciones que se viene registrando – algunos especialistas apuntan que las incautaciones representan por lo general solo el 10% de lo que circula-. La DEA ha confirmado que los “narcotraficantes internacionales están volviendo sus ojos hacia el Caribe…” y la propia General Urrutia Verhall, Directora de Inteligencia del Comando Sur, ha advertido que los cárteles se están desplazando hacia el Caribe.

Al repetirse el ciclo la RD debe “acorazarse” para no ver expresarse aquí la desgracia centroamericana. En el 2008 con una fabulosa inversión, atendiendo a sus precariedades sociales, invirtió casi 100 millones de dólares en adquirir súper Tucanos con lo que ha logrado, según reconoce la DEA, que en el 2013 no hubiera en el país una sola traza aérea.

Ante el nuevo desafío, el país se está viendo compelido a dotarse de nuevos medios y conseguir recursos que le permita neutralizar con éxito el inevitable incremento de las trazas marítimas. En estricto rigor y justa realidad, el problema no es meramente de la RD por lo que debe tener un mayor acceso a asistencia y colaboración internacional.

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