Narran matanza asoló Kenia

Narran matanza asoló Kenia

ELDORET, Kenia (AFP) – Extremidades destrozadas, rostros desfigurados por el fuego, huellas de machete en el cráneo: los supervivientes de la sanguinaria ola de violencia que se produjo en Kenia tras las elecciones del 27 de diciembre comienzan a contar la terrible pesadilla vivida.

 «Cuando el fuego entró en la iglesia, intenté huir. Llevaba en la espalda a mi hija de dos años. La tela que la envolvía comenzó a arder y murió», solloza Mary, con el rostro y las manos agrietadas por las llamas y los hombros y las piernas en carne viva. 

En total, unas 30 personas de la etnia kikuyu, a la que pertenece el presidente keniano Mwai Kibaki, reelegido oficialmente en estos comicios, fueron quemadas vivas el 1 de enero en esta iglesia de Eldoret, al oeste de Kenia, bastión de la oposición.

 Otras varias decenas resultaron heridas y se hacinan hasta hoy en el hospital público de la localidad.

 «Los kalenjin provocaron el incendio. Reconocimos a varios vecinos», aseguran algunos supervivientes.

 Durante las presidenciales, esta etnia kalenjin apoyó sin reservas a Raila Odinga, líder de la oposición y perteneciente a la comunidad luo, mayoritaria en el oeste del país.

 El odio entre los kikuyus, kalenjin, luia y luo no es algo novedoso y los problemas se remontan a hace décadas y están provocados sobre todo por cuestiones territoriales.

Los kalenjin, los luia y los luo acusan a Kibaki de haberlos echado de todos los puestos de responsabilidad a su llegada al poder en 2002. Hoy en día, en el hospital Eldoret, las diferentes etnias están obligadas a cohabitar. La ola de violencia étnico-política que ensangrentó Kenia durante una semana dejó más de 360 muertos.

Enviada  ONU

NAIROBI (AFP) – La enviada estadounidense Jendayi Frazer trataba ayer de convencer al presidente keniano, Mwai Kibaki, y al líder de la oposición, Raila Odinga, a superar la crisis generada por las elecciones de diciembre para terminar con la ola de violencia que ha ensangrentado el país. 

 Frazer, subsecretaria de Estado para Asuntos africanos, tenía cita durante la jornada con responsables del gobierno y de la oposición después de haberse reunido el sábado con Kibaki y Odinga. 

El premio Nobel sudafricano Desmond Tutu también participa en esas conversaciones.  La enviada de Estados Unidos, país que considera a Kenia un aliado importante en la lucha antiterrorista, prevé abandonar Nairobi el lunes. 

Desde que Kibaki anunció su reelección, al menos 361 personas murieron violentamente en este país del este de Africa.

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