Narran peripecias de viajes frustrados a causa engaños

Narran peripecias de viajes frustrados a causa engaños

POR LEONORA RAMÍREZ S.
Carmen Rodríguez (nombre ficticio) necesita atención psiquiátrica para superar el trauma de haber rodado por Estambul, Turquía, durante seis meses, a la espera de una visa hacia España que nunca llegó, que se quedó enterrada en el baúl de falsas promesas que llevaba a cuestas.

Nelly Francisco, otra víctima del tráfico ilícito de personas, permaneció en Lima, Perú,  un país que le serviría de tránsito para alcanzar dos sueños: mejorar su situación económica y encontrarse con algunos familiares en Madrid.

En ambos casos sólo quedaron frustraciones, deudas, y la amargura de volver vestidas de derrota.

Rodríguez, quien prefiere ocultar su identidad por razones de seguridad, pagó RD$200, 000 antes de partir hacia Turquía, y 700 euros al llegar a esa nación ubicada entre Asia y Europa.

Ella y sus seis compañeras de infortunio se hospedaban en pequeños hoteles cuando tenían dinero, y en edificaciones a medio construir o en parques cuando entre todas ni siquiera reunían para alquilar una habitación.

“Cuando llegamos a Turquía el contacto nos dijo que en unos dos días nos conseguiría la visa para España o Italia, pero al pasar el tiempo nos dimos cuenta que habíamos sido engañadas, por lo que tuvimos que comunicarnos con nuestras familias para que nos enviaran dinero.

“Esa ha sido la peor experiencia de mi vida, porque en Estambul la gente no es tan solidaria, a parte de que no conocíamos el idioma y del grupo sólo yo podía comunicarme un poco en inglés”.

Al cabo de seis meses, cuando las esperanzas llegaron al límite, ella y dos más decidieron regresar a República Dominicana, y las demás intentaron pasar a Europa pero ahora supuestamente están detenidas en Ucrania.

A partir de esa experiencia Rodríguez se define como  una persona menos estúpida, menos ingenua, y admito que necesito ayuda psiquiátrica porque esto fue muy frustrante para mí.

“Por eso me atrevo a decirles a las que quieren hacer estos viajes que la calle está llena de delincuentes, que hay que tener mucho cuidado porque la estafa se disfraza de la gente más confiable y buena del mundo, uno no debe creer en todo lo que se le pinta”.

“AHORA SOLO TENGO DEUDAS”

Francisco es enfermera de profesión  y oriunda de Tabara Abajo, Azua, pero reside en el municipio Santo Domingo Oeste. Como no trabaja desde el 2000 decidió probar suerte en España, sobre todo porque sus familiares le prometieron ayuda.

Entre los préstamos a rédito y el financiamiento de la camioneta de su esposo logró reunir RD$300,000, para pagar un sueño que se esfumó en menos de dos meses.La travesía, cuyo punto de enlace inicialmente sería Turquía, terminó en Lima, Perú, donde esperaba una visa española que luego se convirtió en la promesa de un pasaporte venezolano falso.

“En Perú yo le entregué al contacto US$2,400, que era lo que costaba el viaje a España, pero después de un par de semanas él desapareció y no lo volví a ver.

“Entonces llamé a mi esposo y le dije que tenía que regresar porque el asunto fracasó, entonces él me envió US$300 para el pasaje y vine el 10 de julio con otras dos mujeres del grupo, y lo peor es que estoy llena de deudas porque ahora tengo que pagar casi RD$500,000”.

Francisco, que llora cuando cuenta la amarga experiencia, asegura que nunca repetirá algo similar porque al estar fuera del país, en unas circunstancias que envolvían ilegalidad, se sintió estafada y desesperada.

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