El módulo espacial InSight, la primera misión de la NASA que quiere estudiar específicamente el interior de Marte, aterrizó hoy con éxito en la superficie del planeta rojo.
La sala de control del Laboratorio de Propulsión de la NASA en Pasadena (California, EE.UU.) recibió hoy a las 19.53 GMT la señal de que InSight se había posado en Marte.
Los “siete minutos de terror” son los más delicados de la misión, cuando atraviese la atmósfera a casi 20.000 kilómetros por hora y en ese tiempo tenga que reducir su velocidad a solo cinco kilómetros para poder posarse con seguridad en la superficie marciana.
“Es una de las partes más intensas de mi misión. Empieza cuando llegue a la zona alta de la atmósfera marciana y dura unos seis minutos y medio, hasta que aterrice con seguridad”, explicó hace unas horas InSight junto a una de las muchas recreaciones del momento que ha subido a su Twitter.
Se trata de un proceso que puede calificarse de cualquier cosa menos fácil. De hecho, el módulo Schiaparelli del proyecto ExoMars no superó esa complicada fase y acabó hecho pedazos contra el planeta rojo en octubre de 2017.
La Nasa ha querido dar vida propia al módulo espacial en las redes sociales, una manera de acercar su misión y la ciencia al gran público, que podrá seguir el arriesgado amartizaje en directo incluso en la neoyorquina plaza de Times Square. InSight se ha revelado como un ingenio con sentido del humor.
“Es bueno que los robots no puedan sudar. Solo dos días más en el maratón para llegar a Marte». Pero también con ganas de llegar a su destino final- «#Marte voy hacia ti. Dejé la Tierra hace 200 días y ahora estoy a solo cinco días de aterrizaje en Marte”, tuiteó el aparato el pasado día 21, junto a un GIF en el que se veía un recreación de su amartizaje.
Una vez en Marte, si todo va bien, InSight tiene un largo trabajo por delante para analizar “el corazón” del segundo planeta más pequeño del Sistema Solar, después de Mercurio.
Hasta ahora las misiones a Marte han capturado imágenes de la superficie, estudiado rocas, excavado en la tierra y buscado pistas sobre el agua que alguna vez fluyó, pero nunca se ha indagado en su interior.
El módulo espacial auscultará así el interior del planeta para lo que usará una excavadora mecánica que perforará a cinco metros de profundidad, donde medirá la temperatura interna y seguirá cualquier movimiento interno con ayuda de un sismógrafo.
Pero antes todas las miradas estarán fijas en las pantallas de control de la NASA para saber si InSight logra el aterrizaje, para lo que, según sus propias palabras, hay que saber cinco cosas.
“Aterrizar en Marte es difícil. Usaré tecnología de probada eficacia. Aterrizaré en el aparcamiento más grande de Marte. Estoy fabricado para aterrizar en medio de una tormenta de arena. Descubriré cómo se forman los planetas rocosos».