Hoy 
HOUSTON, EEUU (AP).- La NASA revisa sus procedimientos de seguridad mientras las autoridades tratan de averiguar cómo es posible que un contratista haya filtrado una pistola en el Centro Espacial Johnson para matar a otro empleado y luego suicidarse, dijo un vocero el sábado.
El atacante se refugió en un edificio de comunicaciones y sistemas de rastreo del transbordador espacial. Además de matar a un hombre, amarró a una mujer a una silla donde la mantuvo como rehén durante horas, dijo la policía. La mujer escapó.
«Ahora tratamos de comprender por qué y cómo ocurrió esto, dijo Mike Coats, director del centro espacial, en una conferencia de prensa. Agregó que los funcionarios de la NASA habían revisado sus procedimientos al comienzo de esta semana debido a la matanza en la Universidad Tecnológica de Virginia.
«Pero por supuesto nunca creímos que esto pudiera suceder aquí a nuestra familia y en nuestra situación. El sábado, el vocero de la agencia espacial Ira Petty dijo que la NASA llevaba a cabo una revisión continua de sus procedimientos de seguridad.
La policía de Houston no respondió inmediatamente un llamado en procura de sus comentarios. Para entrar en el centro espacial, los trabajadores deben mostrar una identificación al pasar con sus vehículos por un puesto de seguridad.
La NASA y la policía identificaron al atacante como William Phillips, de 60 años. Al parecer tuvo una disputa con su agredido, dijo el jefe de policía Harold Hurtt sin entrar en detalles.
La NASA identificó a la víctima como David Beverly, un trabajador de la agencia de 62 años. Beverly fue herido mortalmente en el pecho, dijo la policía.
La esposa de Beverly, Linda, dijo que su marido con quien estaba casada desde hacía 41 años era especialista en partes eléctricas que sentía su trabajo en la NASA como una misión.
La rehén, identificada por la NASA como Fran Crenshaw, contratista de MRI Technologies, trabajaba en la misma zona general y probablemente fue capturada después del ataque a Beverly, dijo Hurtt.
Phillips, un empleado de Jacobs Engineering de Pasadena, California, había trabajado para la NASA de 12 a 13 años «y hasta recientemente había sido un buen empleado, dijo Coats.
Era soltero, sin hijos, y aparentemente vivía solo.
