¡NATALIA CONDE LLEGA CON ALTO PERFIL A MIAMI!

¡NATALIA CONDE LLEGA CON ALTO PERFIL A MIAMI!

 Es verdad que el tiempo presente proclama la vertiginosa y desquiciante plenitud de la incertidumbre, sin embargo, la concentración en su taller -como primer espacio de poder-, como ejerció lúcido y persistente de la imaginación creadora: búsqueda, experimentación y autocuestionamiento constantes, trae como resultado concreto una fórmula segura y potencialmente fructífera en el proceso evolutivo o de crecimiento profesional para los artistas plásticos y visuales contemporáneos.

 Esta “precaria” afirmación se torna cristalina en el caso de la receptiva y positiva respuesta, tanto de parte de los coleccionistas como de los especialistas, que, durante  la última década, provoca la resistente entrega pictórica de Natalia Conde, destacada artista dominicana cuyas obras acaban de ser seleccionadas por Ninoska Huerta, prestigiosa galerista y consagrada promotora del mejor arte latinoamericano y caribeño contemporáneo, en una importante exposición colectiva que incluye obras de otros cuatro artistas hispanoamericanos de notable actividad y proyección internacional, como son Alberto Pancorbo (España), Annette Turrillo (Venezuela), Luisa Mesa (Cuba) y Cristina Escobar (Ecuador).

Inaugurada la noche del pasado jueves 30 de mayo en la galería  Biscayne Art House, localizada en el 1548 de Brickell Avenue -en el mismo corazón financiero de la ciudad de Miami- y donde se puede visitar hasta principios del mes de julio, tanto  la  calidad de la selección de los  artistas y las obras que integran la muestra, como el valor artístico-arquitectónico y el significado cultural del espacio expositivo, resultan claves suficientes para advertir el alto perfil con que Natalia Conde proyecta su vital personalidad creadora, especialmente a partir de esta primera presentación de su rigurosa y energética obra pictórica en Biscayne Art House, cuya sede es una impresionante mansión   diseñada por el arquitecto J. C. Gault y construida en 1925.

A sólo unos pasos del “down town” y reflejando el esplendor clásico del viejo Miami,  el edificio, declarado sitio histórico en 1997, está enclavado en un jardín tropical, destacando por su clásica y única combinación  de arquitectura colonial americana. Fue la mansión de George E. Nolan. En medio  de los altos edificios de Brickell Avenue, constituye una de las pocas casonas sobrevivientes de la célebre “Millionaire’s Row” o fila de los millonarios que emergiera en los inicios del florecimiento económico y cultural de Miami.

La galería Biscayne Art House es patrocinada por la firma/boutique “Biscayne Capital Holding Limited”, dedicada a la gestión de patrimonio, con oficinas en Suiza, Estados Unidos y América Latina y dirigida por Ninoska Huerta. Abrió sus puertas a principios de diciembre del 2012 con una exposición de los artistas Darío Pérez-Flores y Marcos Marín. En lo que va del 2013 ha presentado  diversas muestras con la participación de artistas latinoamericanos consagrados, como Carlos Cruz-Díez, Carolina Sanllehi, Jesús Soto, Rafael Barrios, Walter Strack, Víctor Varela, Israel Guevara, Natalia Valera y Karim Borjas, entre otros no menos importantes.

 Ante una serie de obras recientes de notable efectividad estética y sorprendente grado de esplendor metafórico como las tituladas “Espíritu de la Tierra”, “Tiempos Nublados” y “Avalancha”, presentes en la muestra de  Biscayne Art House, Ninoska Huerta nos recuerda su pericia como galerista; su refinada sensibilidad y puntería  de criterio en el “art world”, valorando el “alto nivel profesional y la profundidad de conocimiento” que Natalia Conde demuestra en estos trabajos.

“Espíritu de la Tierra” es una pintura abstracta -díptico- de gran formato y presencia impactante. Aquí ya no hay imagen, pero sí una auténtica “visión” de carga lírica y sutileza inquietante. El relato pictórico ha sido suprimido de manera absoluta. Ya no tiene cabida en una superficie de vertiginosa capacidad imagética en la que se instalan el enigma y  la sugestión. Las transparencias de la policromía se tornan alucinantes.  Sin embargo, la obra opera como “territorio” dialógico en torno a las implicaciones físicas y metafísicas de los cuatro elementos vitales: tierra, fuego, agua y aire…

Tal como ya he advertido, en su ejercicio creador, la Conde somete la superficie pictórica a un proceso efectivo de traslucidez y sensualización tan incitante que uno siente la  necesidad de tocar  y disfrutar sin límites su densa y ardiente policromía. Sin duda, estos trabajos de Natalia Conde habrían de tenerse en cuenta al momento de contextualizar los hallazgos más resistentes de la pintura dominicana abstracta o no objetiva de las últimas dos décadas.

Asimismo, estas pinturas de Natalia Conde nos dejan ver una práctica pictórica eminentemente ética y cuyos efectos concretos nos permiten advertir la vital relación entre esencia y existencia, es decir, entre autenticidad creadora y búsqueda introspectiva. Búsqueda mística, búsqueda afanosa y apasionada  de un universo simbólico donde la expresión de las pulsiones, de la  memoria íntima y de la cuestión identitaria (espacio fáctico, corporeidad y signos culturales) está sometida a una sutil, progresiva y admirable  síntesis conceptual.

NATALIA CONDE

Natalia Conde Bidó, nace en María Trinidad Sánchez,Nagua. Egresada de la Escuela de Arte de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), donde realizó estudios bajo la orientación directa del maestro Antonio Prats Ventós (1925-1999). Sus obras forman parte de importantes colecciones públicas y privadas de la República Dominicana, América Latina, Europa y Estados Unidos. Las mismas han sido exhibidas exitosamente en prestigiosas galerías, museos, centros culturales de Buenos Aires, Roma, Lima, México, Washington, San Juan, Puerto Rico y Miami. En 1999, participa en la XXI Bienal Nacional de Artes Visuales. Entre sus más importantes muestras individuales en el país destacan: “Antítesis de la Memoria”, Fundación Guayasamín (1998); “Enigma de los Sueños”, Museo de Arte Moderno (2000); “Sobre las Huellas… Camino”, Museo de las Casas Reales (2005); “Poblando mi Silencio”, Barna Bussines School (2007) y “Tierra y Tiempo”, Galería Principal de Altos de Chavón (2011).

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