Cuando se conoció la noticia de la muerte de Natasha Sing, sobrina del presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Pedro Sing, fueron muchos los cabos que quedaron sueltos que se fueron atando cuando, varios días después, se informó que también fue asesinada la joven Suleika Flores Guzmán, en la avenida Ecológica.

Uno de los elementos que llamó más la atención es que ambas víctimas vivían en el mismo residencial y el poco tiempo que había transcurrido entre ambos crímenes. Sin embargo, de lo que se sabe de este doble asesinato, queda claro que Sing fue una víctima inocente que perdió la vida en medio de un conflicto con el que nada tenía que ver y que ha consternado a los dominicanos.

Hay que recordar que, según los informes publicados, los acusados del crimen han declarado que mataron a Sing por error o equivocación, al confundirla con Suleika, tras interceptarla y propinarle dos disparos en el pecho, mientras se desplazaba a bordo de su vehículo por el sector El Almirante cuando se dirigía a su centro de trabajo.

El vocero de la Policía Nacional (PN), Jacobo Mateo Moquete, informó que Suleika fue mandada a matar por Sanhys Dotel Ramírez, esposa de Julio Cepeda Ureña, empresario con el que sostenía una relación sentimental.