Mississippi. — Nate provocó inundaciones y cortes de electricidad en la costa del Golfo de México durante su avance por las inmediaciones de Biloxi, Mississippi, a primera hora de hoy. Es el primer huracán que tocó tierra en el estado desde Katrina en 2005.
El meteoro llegó al estado con vientos máximos sostenidos de cerca de 140 kilómetros por hora (85 millas por hora) pero más tarde se debilitó a tormenta tropical mientras se movía tierra adentro, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
A las 05:00 de la madrugada, Nate estaba centrado a unos 130 kilómetros (unas 80 millas) al norte-noreste de Biloxi y se movía en dirección norte-noreste a casi 37 kmh (23 mph).
En un momento dado, el ojo de Nate pasó sobre la Base Keesler de la Fuerza Aérea, donde están los aviones que el centro emplea para seguir los huracanes, explicó.
Esta fue la segunda llegada a tierra de Nate. El sábado por la noche alcanzó una zona poco poblada en la desembocadura del río Mississippi en el sureste de Luisiana.
Nate dejó lluvias torrenciales en la costa del golfo y sus potentes vientos desplazaron el agua a las carreteras. Pero no tuvo la intensidad de Harvey, Irma o José, que lo precedieron en esta concurrida temporada de huracanes, y la gente no parecía temer su llegada. No se reportaron fallecidos ni heridos de inmediato.
Coincidiendo con la pleamar en Biloxi, Nate provocó una marejada que superó la autopista 90 que conecta la ciudad con una península en el extremo oriental urbano. Las olas anegaron el estacionamiento del casino Golden Nuggets, próximo a la punta de la península. El agua se adentró varios bloques.
“Esto nos sorprendió“, dijo Mike Kovacevich, que vive dos manzanas al norte de la U.S. 90, a funcionarios de Biloxi en su página de Facebook. “No esperábamos esta profundidad (…) Hay mucha agua”.
La ciudad de Pascagoula reportó también inundaciones en el centro de la ciudad provocadas por las olas.
Miles de personas estaban sin electricidad en el sur de Mississippi. Los cortes se concentraban en su mayoría en la mitad oriental de la pequeña franja costera del estado, en los condados de Harrison, Jackson y George.
La agencia de gestión de emergencias de Mississippi no reportó de inmediato víctimas mortales ni heridos relacionados con el paso del meteoro, dijo su vocero, Greg Flynn. Unas 1.100 personas pasaron la noche en albergues, agregó señalando que no se informó de daños generalizados en viviendas.
“Afortunadamente, por ahora no tenemos reportes importantes de daños”, explicó.
En Alabama, las crecidas por la tormenta anegaron casas y coches en la costa e inundaron al menos un vía principal en el centro de Mobile.
El huracán Katrina tocó tierra definitivamente en la costa de Mississippi el 29 de agosto de 2005, arrasando muchas ciudades a su paso. Las barcazas casino típicas de la zona se estrellaron contra las casas. Fue el último gran meteoro en el estado, aunque partes de su costa recibieron el impacto de Gustav en 2008 y de Isaac en 2012.
Nate pasó al este de Nueva Orleans, librando a la ciudad de sus fuertes vientos y marejadas. El veloz desplazamiento del meteoro redujo la posibilidad de lluvias prolongadas que habrían rebasado el debilitado sistema de bombeo que drena la urbe. Las autoridades impusieron un toque de queda que entró en vigor a las 19:00 horas, pero el alcalde lo canceló una hora más tarde cuando parecía que la tormenta había pasado sin causar grandes problemas.
Las ciudades a lo largo de la costa de Mississippi, como Gulfport y Biloxi, estaban en alerta. Algunos hoteles y casinos frente a la costa fueron evacuados y los meteorólogos pronosticaron lluvias de entre 70 y 150 milímetros (entre 3 y 6 pulgadas), y 250 milímetros (10 pulgadas) en algunas zonas aisladas.
Nate se debilitó ligeramente a tormenta de categoría 1 con vientos máximos de 137 kilómetros por hora (85 millas por hora) tras tocar tierra por primera vez el sábado en la noche.
Los gobernadores de Luisiana, Mississippi y Alabama _ tres estados que se libraron de los devastadores efectos de esta temporada de huracanes _ declararon el estado de emergencia.
Nate causó al menos 21 muertos a su paso por Centroamérica.