La soprano dominicana Nathalie Peña Comas reveló que debió vencer obstáculos y murallas que se levantaron contra su carrera, apoyada en su fe en Dios y en una fuerza de voluntad que no tiene medida.

La destacada soprano dominicana formada en Viena y hoy una de las figuras de mayor reconocimiento en el canto lírico en Europa y América, aseguró que cuando intentó probarse como estudiante de Canto, hace muchos años, en el Conservatorio Nacional de Música, una profesora le dijo: “Tú no tienes talento para el canto”.

En un diálogo que sostuvo con el público en el Centro Cultural Banreservas, la artista, quien es pianista profesional, precisó que en sus estudios del instrumento en Austria, una profesora de canto de la Universidad de Música y Artes Dramáticas de Viena que la escuchó en un examen vocal, le dijo que tenía una voz extraordinaria y le recomendó cultivarla.

Ante un auditorio lleno de profesores y estudiantes de música y canto, compositores, cronistas de arte y familiares, la soprano dominicana explicó que sus padres la educaron, a ella y a sus hermanas Evelyn (flauta transversa) y Nicole (violoncello), escuchando música clásica.

La madre de Nathalie, Cristina Comas, que compartió con su hija el conversatorio, añadió que sus tres hijas decidieron abandonar el hogar para estudiar en el extranjero, y que ella las respaldó en esa decisión.

“Los hijos no nos pertenecen”, dice su madre

“Los hijos no nos pertenecen. Debemos criarlos, educarlos y formarlos y dejar que con libertad tomen el camino que deseen”, manifestó Cristina Comas.

Detalló que el esfuerzo emocional de desprenderse de sus tres hijas y el apoyo económico que supuso mantenerlas en sus estudios en el exterior, fue posible gracias al respaldo financiero de la familia y de entidades como la Fundación Brugal y el Ministerio de Cultura.

Recordó que cuando Nathalie comenzó a cantar en el Coro de la Catedral de Viena, su salario eran 10 euros semanales.

Fundación Trébol

Peña Comas reveló que actualmente desarrolla un intenso trabajo social desde la Fundación Trébol, que persigue educar a jóvenes talentos dominicanos que no han tenido oportunidad de salir del país.

Para lograrlo, subrayó, ha traído directores de coros y profesores de música desde Europa, con apoyo de organismos europeos y entidades locales como el Banco de Reservas, para formar jóvenes de Baní, San Juan de la Maguana, Elías Piña y Azua.