Náufragos llegan México dispuestos a pasar por detector mentiras

Náufragos llegan México dispuestos a pasar por detector mentiras

Edna Alcántara
México, 25 ago (EFE).- Los tres pescadores mexicanos que dicen haber sobrevivido a la deriva nueve meses en el Pacífico llegaron hoy a su país y, en medio de gran expectación, ofrecieron someterse a un detector de mentiras para dar veracidad a su increíble relato.

   «Sí, vamos todos a someternos a un detector de mentiras», dijo en tono irónico el pescador Salvador Ordóñez en una multitudinaria rueda de prensa en la que estuvieron también Jesús Eduardo Vidaña y Lucio Rendón, sus dos compañeros en la aventura.

   Su historia comenzó hace nueve meses cuando, con otros dos compañeros, se embarcaron en el estado de Nayarit, en el noroeste de México, para cazar tiburones, y poco después quedaron a la deriva en una barca de unos nueve metros de eslora y sin apenas equipamiento.

   Los tres pescadores, que están bien de salud, insistieron en que cruzaron el Pacífico arrastrados por las corrientes y superaron tormentas y penosas condiciones para sobrevivir, pero en la travesía los otros dos fallecieron y arrojaron al mar sus cadáveres.

   El 9 de agosto fueron rescatados cerca de las Islas Marshall, en el Pacífico sur, por un barco atunero de bandera taiwanesa.

   Hoy, poco después de las 5.30 hora local (10.30 GMT), pisaron de nuevo suelo mexicano procedentes de Los Angeles (EEUU), tras un largo viaje de regreso en el que pasaron por Hawai.

   «Venimos muy cansados. Queremos tomar unas vacaciones y volver a trabajar en el mar», sostuvo Ordóñez.

   De buen talante pese a la inusitada presencia de los medios, el pescador declaró que, tras pasar más de 280 días a la deriva, quiere volver a hacerse a la mar muy pronto.

   «Mi vida es el mar. Le tengo mucho respeto, pero ese lugar es mi trabajo y regresaré junto con la Biblia que no dejé de leer durante esos nueve meses», comentó Ordóñez a Efe.

   La primera rueda de prensa ofrecida en México tras su llegada se fue convirtiendo en una especie de interrogatorio para Ordóñez, Rendón y Vidaña, que dijeron estar dispuestos a someterse a un detector de mentiras para que no quede duda de su relato.

   La increíble odisea marina trascendió hace una semana, cuando se supo que los tres pescadores habían aparecido a 8.000 kilómetros de las costas de Nayarit, que abandonaron en noviembre pasado.

   Posteriormente se supo que en la modesta embarcación, sin registro, de cuya pérdida no había nadie dado parte a las autoridades portuarias de San Blas, de donde había partido, iban cinco marinos y que los otros dos habían perecido.

   Los pescadores, que dicen haber sobrevivido pescando, cazando aves y bebiendo agua de lluvia, trataron hoy de despejar muchas de las dudas, entre ellas, cómo a miles de kilómetros de las costas, comieron aves que no suele haber en mar abierto.

   «Nosotros también estamos sorprendidos de que patos y gaviotas llegaran hasta la embarcación (…) pero era en la noche cuando se posaban en la proa y el excelente ‘gato’ (Ordóñez) era quien las cazaba, sujetándolas con la mano», aseguró Lucio Rendón.

   Los náufragos, quienes han cautivado a productores de cine y televisión, se refirieron con parquedad a cómo murieron sus dos compañeros, de quienes sólo se sabe que se llamaban uno «Juan David» y al otro lo llamaban «El Farsero».

   «Ellos no querían comer ni aves ni tiburones crudos. No soportaron tomar la sangre ni los bofes (entrañas). Sólo nos veían y hacían gestos (de burla y rechazo), pero ahora nosotros estamos y seguimos vivos, y ellos no», dijo Jesús Eduardo Vidaña.

   Muy poco se sabe de los dos misteriosos acompañantes, pero hoy trascendió que el primero era dueño de la embarcación y el segundo su ayudante.

   «Nos contrataron en San Blas para cazar tiburones y meternos mar adentro por poco tiempo. Solamente nos dijeron que nos íbamos y prepararon todo con pocos alimentos y poca agua», agregó Ordoñez.

   Los tres, cuya historia es investigada por las autoridades mexicanas, rechazaron las versiones de algunos medios, que especulan que se dedicaban al narcotráfico.

   Se espera que los náufragos se separen en las próximas horas después de nueve meses, pues cada uno de ellos abordará un vuelo diferente con destino a Culiacán, Huatulco y Nayarit, para reunirse con sus respectivas familias. EFE

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