El Liceo-El ministro de Educación, Andrés Navarro, exhortó hoy a los jóvenes a tener clara la diferencia entre sueños y proyectos antes de iniciar su carrera universitaria, para evitar así que sus esfuerzos se conviertan en fantasías con pérdida de tiempo.
Navarro se expresó en estos términos durante el acto de graduación de 48 bachilleres de distintas modalidades académicas, egresados de la Escuela Nuestra Señora del Carmen, que dirige la Congregación de las Hermanas Carmelitas.
Argumentó que la educación que impulsa el presidente Danilo Medina está fomentando en los liceos y politécnicos que el personal docente trabaje con los estudiantes en la preparación de su proyecto de vida, «para evitar vulnerabilidades que esos jóvenes enfrentarán en el futuro».
“Cuando un estudiante, al terminar su proceso del nivel secundario ya tiene trazadas las metas que quiere conseguir, siempre será menos vulnerable ante los problemas que le esperan fuera”, subrayó.
Manifestó que los proyectos de vida son sueños que se pueden convertir en metas concretas, con acciones y plazos de ejecución bien definidos, “por eso espero que, con ustedes, los proyectos sean formas de convertir sus grandes sueños en realidad”.
Explicó que es difícil que alguien pueda, con cuentos, tratar de distraer o distorsionar el proceso de desarrollo de una muchacha o muchacho con metas concretas claras, “lo que implica tener mayores ventajas en la consecución de una carrera profesional y, por consiguiente, un futuro más seguro”.
Navarro expresó a los bachilleres que deben entenderse como estudiantes privilegiados por haber tenido la oportunidad de formarse en un centro dirigido por las Hermanas Carmelitas, caracterizado por el rigor académico y la formación en valores.
“Para que ese privilegio tenga sentido, que haya valido la pena, les propongo observar valores como la humildad, perseverancia, lealtad a sus familiares y al país, la solidaridad, y la fe para saber que Dios nos ampara tanto en los momentos de alegría como de desolación”, enfatizó.
El funcionario llamó a los jóvenes que aprovechen el tiempo haciendo sus carreras universitarias, con sus familiares, amigos, posteriormente en sus actividades productivas, y con su propio ser ante la celeridad de la vida de hoy.
Consideró que la etapa preuniversitaria superada por los ahora nuevos bachilleres se constituye también en una gran meta alcanzada por los padres de los graduados, es decir, un momento estelar en la vida de sus familiares.
Meritorio. Durante la ceremonia, el presidente de la Asociación de Padres, Madres y Amigos de la Escuela (APMAE), Antonio Vizcaíno, felicitó a los estudiantes y les recordó que su graduación es el inicio de un nuevo proceso para decidir el destino de cada uno en la carrera universitaria, “con pasos firmes, sin pausa, pero siempre contando con el decidido apoyo de nosotros sus padres”.
En la actividad estuvieron, además, María Domínguez, directora del centro; Digna María Manzueta, encargada del nivel Secundario; Susana Mota, del nivel Primario; sor Ana Mercedes Sirit, vicaria de la Congregación de las Hermanas Carmelitas; Antonio Vizcaíno, presidente de la Asociación de Padres, Madres y Amigos (APMAE), entre otros.