Navidad entre nostalgia y alegría

Navidad entre nostalgia y alegría

A pesar de las actividades navideñas que mantienen recreados a los residentes en el asilo San Francisco de Asís durante todo diciembre, según indica José Cordero, residente del centro, muchos anhelan el calor y el cariño de sus familiares. Cordero, nacido en el sector capitalino de San Carlos, a sus 78 años de edad recuerda con gran nostalgia los días de su niñez, cuando correteaba por todo el barrio y jugaba bola y pelota con sus hermanos y vecinos, hoy todos desaparecidos.

En sus años de juventud, el baile, el ron y las mujeres eran sus mejores acompañantes. Durante las fiestas navideñas, lo que más evoca son los deliciosos platos que en la Nochebuena elaboraba con mucho amor y cariño su madre.

Pero ahora todo ha cambiado, relata José con lágrimas en sus ojos, “me siento melancólico en esta época, porque me vienen los recuerdos de mi pasado, del que hoy me arrepiento”.

“Viví como el pájaro libre, de nido en nido. Nunca me preocupé por el futuro, pues siempre pensé en el presente”. Durante su juventud se dedicó a la vida bohemia, tocaba de bar en bar, con el Combo Show de Johnny Ventura.

José Cordero, conocido también como Tatao, a sus 25 años comenzó a tocar con Johnny, en los años que recién comenzaba a tomar fuerza la orquesta.

Una vez envuelto en sus actividades nocturnas y el disfrute de su vida bohemia, paso el tiempo sin darse cuenta que no había formado una familia y sin haber podido procrear hijos. Hoy que todos sus familiares están desaparecidos, don José se conforma con la compañía de los demás envejecientes que están en el asilo.

Recuerda también con gran pena sus días de amargura, cuando dormía en las aceras del hospital Padre Billini, sin una manta que le ayudara a apaciguar el frío insoportable, que durante la madrugada le carcomía el alma.

Pero muy a pesar de todos los trabajos que ha tenido que pasar durante su vejez, se siente conforme y agradece a Dios por la caridad y la bondad que le han dispensado las hermanas del hogar, quienes lo tomaron en cuenta y se preocupan por hacer de sus últimos días  un tiempo más agradable.

Aun con toda la tristeza que le invade al recordar sus años mozos, refleja la conformidad de poder compartir sus hazañas y relatos con todos los hermanos del hogar San Francisco de Asís.

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