Navidad: paz y amor

Navidad: paz y amor

Julio Ravelo Astacio

Por Julio Ravelo Astacio

Desde hace miles de años es esta una fiesta anual con la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén y la unión de las familias. Esta solemnidad se celebra el 25 de diciembre en las iglesias: católica, anglicana, algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las iglesias ortodoxas.

Es prácticamente una celebración universal. Cada región según sus tradiciones, cada familia según sus posibilidades se envuelve en festejos y celebraciones. Los buenos deseos para con los demás afloran con naturalidad, se expresan mediante mensajes, tarjetas (ha disminuido su uso por la agilidad que brindan las nuevas tecnologías), regalos para familiares y amigos, abrazos, fiestas, cenas, encuentros.

La Navidad es asimismo tiempo para el perdón, de incrementar nuestros niveles de tolerancia, pensar en los demás, ser generosos ofreciendo al que menos tiene parte de lo que tenemos, pudiendo prescindir de ellos sin que sensiblemente nos afecte, pero que para otras personas puede ser “regalo del cielo”.

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La celebración de las fiestas de Navidad nos invita a ser solidarios. Es tiempo de recuerdos y gratitud, un momento mágico, lleno de sueños y esperanzas para muchos, ya que representa una fecha de encuentros familiares, amigos y de renovación personal.

La Navidad no se celebra por igual en todas partes del mundo: en los países nórdicos se realizan procesiones vestidos con túnicas blancas, llevando coronas en sus cabezas y cantando villancicos. En los países escandinavos la tradición tiene mayor significado, ya que esta región es considerada el hogar de “Papa Noel o Santa Claus” En Rusia los niños esperan la llegada del “Abuelo de Hielo” que se encargará de entregarles regalos. Es la Navidad ortodoxa.

En los países europeos como Alemania existen otras tradiciones, allí es costumbre que los niños reciban regalos el 6 de diciembre de las manos de un ángel llamado “Christkind”. En Italia es todo un acontecimiento que se lleva a cabo con una vigilia en la espera de Papa Noel y se organiza una gran cena. En España y Portugal es una gran fiesta, participa toda la familia reunida en torno a la mesa para dar la bienvenida a la Nochebuena. En Japón, la Nochebuena no es una fecha celebrada en familia. Este encuentro ocurre en vísperas de Año Nuevo, donde los niños reciben regalos. En América Latina las celebraciones están presentes, en cada país pueden aparecer rasgos peculiares, relacionados con elementos culturales. En escasos países la celebración de la Navidad está prohibida.

Para los dominicanos la Navidad es un período muy especial. El país se transforma, todos nos sentimos en ambiente de Navidad. Iluminación de calles y parques, arbolitos con sus adornos propios de la época, fiestas, encuentros, celebraciones.

Los dominicanos que residen en el exterior hacen lo imposible por volver a nuestro terruño en esos días. Los aeropuertos se colman de conciudadanos que vuelven entusiasmados para ese compartir. Ni hablar del congestionamiento de nuestras calles, que nos obligan a pensar dos veces antes de salir o decidir hacer salida de una sola tanda: salir en las mañanas y regresar después del mediodía, o, salir en la tarde y regresar en la noche para sólo sufrir una tanda de tapones.

Pero, aún con estas limitaciones y con la esperanza de que un día, más adelante, los semáforos se volverán inteligentes, la gente se tornará más respetuosa de las leyes de tránsito y, con la bendición y gracia de Dios: motoristas, deliveries, camioneros, señores guagüeros, taxistas, conductores de esos que salen tarde de sus casas pero quieren llegar temprano a sus trabajos o compromisos, que los agentes de la Digesset aprendan a dar el paso a los vehículos en una dirección sin esperar que se les cansen los brazos, para permitir alternar con los que esperan continuar su ruta hacia el destino deseado.
Sugerencias:

  • Sin actos violentos, sin accidentes graves de tránsito, sin muertes de ningún tipo.
  • Vamos a disfrutar con moderación estas fiestas, recordando que faltan muchas navidades por vivir si usted se cuida y hace lo mismo con los demás, no olvide que para ello necesita estar vivo y lúcido. Condiciones indispensables para gozar y disfrutar.
  • Si es creyente, no olvide visitar su iglesia.
    ¡Navidad, paz y amor!

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