SAN FRANCISCO, EEUU, AFP. – La Navidad tal vez sea la temporada de las buenas intenciones y un momento de ayuda a los necesitados, pero un nuevo estudio descubrió que la gente es llamativamente más generosa a la hora de dar cuando es observada por otros.

«Se ve mucho esto en las vacaciones, entre familias y redes sociales», dijo a la AFP Robb Willer, autor del estudio y profesor de sociología de la Universidad de California, Berkeley.

«Por supuesto que no queremos desmitificar la temporada de entrega de regalos porque a todos nosotros nos gusta pretender que el acto es absolutamente sincero y no interesado», añadió.

«Altruismo competitivo» es la frase utilizada por Willer y su socio Pat Barclay, de la Universidad de Cornell, para este tipo de beneficencia.

«El altruismo es definido en la biología evolucionista como el comportamiento que es costoso para un individuo y beneficioso para otro», dijo Willer. «No está desconectado de las motivaciones».

El estudio, «La elección de un compañero crea altruismo competitivo en humanos», fue publicado esta semana en el periódico Proceedings of the Royal Society of London: Biological Sciences.

«La gente valora el dinero y los recursos, pero también valora tener una buena reputación y está deseosa de invertir para mantenerla», indicó Willer.

«Teníamos esa sensación de que la gente hace esto todo el tiempo, pero nadie había creado las condiciones como para decir »ahah, esto es altruismo competitivo»», añadió.

Willer y Barclay realizaron sus experimentos de laboratorio con 31 mujeres y 23 hombres, emparejados con «dólares de laboratorio» que podían donar a sus compañeros.

Los investiagdores observaron que las personas donaban más cuando el monto sería revelado a posibles compañeros futuros, una manera de mostrar generosidad.

Cuando las personas podían elegir a sus compañeros, era más probable que donaran más de lo que darían para mostrar una simple señal de generosidad, entrando en el «altruismo competitivo».

«La gente da más para obtener acceso a un tercero», dijo Willer. «La gente será más generosa si sabe que está siendo observada. Podría ser para encontrar una pareja. Podría ser para hacer amigos».

Tanto los hombres como las mujeres valoran la generosidad, dijo Willer.

«La gente quiere resaltar sus atributos más positivos», indicó. «En un grupo grande en un restaurant, la persona que paga la cuenta se lleva la gloria».

La investigación también podría arrojar luz sobre las donaciones a gran escala. «La edad de oro de la filantropía es ahora», anunció recientemente Peter Singer, un influyente filósofo estadounidense.

Bill Gates, fundador de Microsoft, donó 30.000 millones de dólares este año para combatir enfermedades en el mundo en desarrollo. Warren Buffet, el segundo hombre más rico del mundo, hizo historia este año con la mayor donación caritativa hasta la fecha: 31.000 millones de dólares.

«No estoy sugiriendo que Gates y Buffett no son sinceros», dijo Willer. Pero los inicios de la filantropía corporativa aparecieron justo en la época del ascenso de los grandes capitalistas del siglo XIX en Estados Unidos, recordó, citando a Rockefeller, Vanderbilt o Carnegie.