Necedad

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El Colegio Médico Dominicano (CMD), que otrora fuera Asociación Médica Dominicana (AMD), podría ufanarse de haber paralizado los hospitales públicos cuantas veces les ha venido en ganas a sus dirigentes, incluido el actual presidente, Waldo Ariel Suero, quien inauguró ayer, se dice, su huelga número trece. Lo que no podrá jamás ese gremio es convencer al país de que es justo y válido manipular los servicios que provee el Estado y las necesidades de atenciones médicas de miles de personas de escasos recursos para pretender forzar al Gobierno a un aumento salarial que, al menos en esta ocasión, resultaría un irritante privilegio.

Ha de quedar claro que siempre hemos considerado que los médicos deben devengar un salario decoroso, concordante con la noble e importante labor que ellos desempeñan. Con la misma intensidad defendemos el merecimiento de otros profesionales que sirven al país desde el Estado. Lo que repudiamos es que la herramienta predilecta de los médicos para forzar reajustes salariales sea precisamente la negación de su deber de dar asistencia a los pobres en los hospitales.

-II-

En todo este asunto queda de manifiesto un ejercicio de inconsistencia, pues hay gente que se la ha pasado saltando de la directiva del gremio médico a posiciones en el Gobierno. Es asombroso cómo los que han sido aguerridos promotores y directores de huelgas en los hospitales desde sus puestos gremiales, pasan luego a ser críticos y detractores de estos procedimientos desde sus cargos en el Gobierno. Mientras tanto, poco o nada logran los profesionales con huelgas que dañan a los necesitados.

En esta oportunidad, supone el reclamo de un trato privilegiado el hecho de que los médicos pretendan un aumento distinto al 30% aprobado por el Gobierno para todos los servidores de la administración pública. Si fuese factible acceder a tal aspiración, habría que hacer lo mismo con los maestros, los fiscales, los ingenieros y otros profesionales que trabajan para el Estado.

En una ocasión anterior también se recurrió a la búsqueda de privilegios, cuando se pretendió la fijación de impuestos para financiar un alza salarial exclusiva de los médicos.

-III-

La huelga de tres días iniciada ayer por los médicos tiene en  contra, como han tenido todas las anteriores, el hecho de que se sacrifica la salud de mucha gente que acude a los hospitales en procura de remedio para sus quebrantos.

Cuando se convoca a estas huelgas son afectados múltiples servicios que debe recibir la población menos afortunada, pues se paralizan las consultas, análisis, tratamientos y las atenciones de casos que no siendo originalmente graves, pueden desmejorar con la interrupción de tratamientos y procedimientos especializados.

Si el actual presidente del CMD está estrenando su huelga número 13, es bueno que sepa que hemos sido opositores de las número 12, 11, 10 y así, sucesivamente, y nos opondremos a las números 14, 15, 16 y otras si las hubiere.

Los médicos, el sindicato que los agrupa, sus dirigentes, tienen que aprender otros métodos de reclamo que no invaliden su merecimiento de mejores ingresos y condiciones de trabajo y que no sacrifiquen los derechos de los desvalidos.

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