Necesario apoyo al gobierno

Necesario apoyo al gobierno

No tengo la menor duda de que la próxima administración, la del doctor Leonel Fernández y el Partido de la Liberación Dominicana, necesitará un apoyo amplio y generoso de todos los sectores de la vida nacional. Un apoyo que deberá ser por largo tiempo, porque la profundidad de la crisis económica y social que vive el país así lo amerita.

[b]Vea usted el rosario de dificultades:[/b]

a) Endeudamiento externo duplicado, no solo en su monto, sino el servicio que año hay que pagar por el mismo.

b) Déficit cuasi fiscal inmenso, tan inmenso que su solución constituye la principal o una de las principales cuestiones que el gobierno deberá abordar.

c) Los altos precios del petróleo.

d) La crisis energética. Una crisis que ahora es mayor y más complicada que hace unos años.

e) Sigue la tendencia alcista de los precios de los artículos de consumo diario. Aunque este año la inflación ha disminuido su ritmo de crecimiento, su tasa es alta y agobiante.

f) La devaluación del peso dominicano frente al dólar ha dejado a toda la nación en una situación incómoda, pero particularmente a las industrias y a los demás negocios que adquieren lo que fabrican y lo que venden en el exterior.

g) La tasa de desempleo está en los niveles de mediados de los años noventa. Hemos retrocedido casi diez años. Miles de familias han perdido su única fuente de ingresos y los jóvenes no encuentran donde laborar, sin importar que estén capacitado o no.

h) La pobreza que debió disminuir, ha aumentado tanto que estudios preliminares han encontrado que entre 700 mil y un millón de dominicanos se han incorporado al ejército de pobres en los últimos 24 meses. Un retroceso verdaderamente lamentable porque la pobreza es un estado que va más allá de la carencia de alimentos. La pobreza crea una subcultura, como se ha demostrado, y también crea desventajas biológicas.

i) Son muchos los pequeños y medianos negocios que han quebrado a lo largo y ancho del país. La devaluación de la moneda, la consiguiente inflación, la incapacidad de la gente para cumplir sus compromisos, la alta tarifa eléctrica y los apagones, así como la contracción de la economía en general han sido factores que han golpeado a este importante subsector de la economía.

Un gobierno que tenga que enfrentar un panorama como este, matizado por un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, es un gobierno que, para triunfar, necesitará de un amplio y prolongado apoyo de los sectores de mayor influencia social y económica. Necesitará apoyo de la influyente iglesia católica, del poderoso sector empresarial, de los sindicatos, por débil que estos sean, del resto de las iglesias cristianas, de los medios de comunicación y, sobre todo, de la oposición política.

Porque, como se ha dicho, las medidas correctivas que deberán tomarse en el menor tiempo posible deberán ser proporcionales a la dimensión de la crisis y de los daños que ha sufrido la economía y la sociedad en su conjunto. En otras palabras, no será medidas suaves.

Tampoco deberán ser, pensamos nosotros, decisiones que se contraigan a solventar la crisis del momento, de la coyuntura, para dejar que esta economía, plagada de inequidades y de eso que los economistas llaman distorsiones, siga como está, arrastrando toda su injusticia y toda su parcialidad.

Uno aspira a que la próxima administración cuente con todo el apoyo ciudadano para sacar al país del estancamiento, pero también aspira a que la reforma fiscal sea capaz de financiar la salud y la educación, que se adopten reformas profundas para que el mutualismo retome sus raíces y las clases medias puedan financiar sus viviendas; uno aspira a que el sistema de transporte público sea reconvertido de arriba abajo; uno aspira a que se canalicen fondos suficientes en todo el país para promover los pequeños y medianos negocios; uno aspira a que se creen las condiciones crediticias y fiscales para que los negocios y los empresarios prosperen y promuevan el empleo.

Como fuere, el próximo gobierno y sus autoridades necesitarán un respaldo ciudadano y de las fuerzas sociales, económicas y políticas que todos debemos darle. Porque sin ese apoyo será imposible actuar como hay que hacerlo en esta coyuntura económica.

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