Necesitados y negros

Necesitados y negros

BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
Los padres siempre queremos bienestar para nuestros hijos. El actual presidente de los Estados Unidos, George Bush, es hijo de un antiguo presidente del mismo nombre.

En la obra «Bush en Guerra», Bob Woodward, uno de los periodistas que trabajó el célebre caso de Watergate, dice que el presidente Bush hijo actuó con firmeza, prontitud, agilidad mental y disposición para perseguir a los talibanes de Afganistán, donde supuestamente se alojaba o escondía Osama Ben Laden, acusado de planear y dirigir los ataques contra las torres del Centro de Comercio Mundial (World Trade Center).

También se lee que en todas las reuniones del gabinete de guerra el presidente Bush, o uno de sus principales colaboradores, hablaba de atacar a Irak y sacar a Saddam Hussein del poder.

A todo lo largo de la obra se ve un George Bush hijo enérgico, dispuesto, con planes definidos, con una visión clara de lo que entiende es el papel de los Estados Unidos en el mundo.

Ese mismo Bush hijo rebajó de 285 a 40 millones el presupuesto del cuerpo de ingenieros del ejército de su país para la reparación de los diques que se rompieron y permitieron ahogar a Nueva Orleáns, lo que produjo un número de muertos aún desconocido.

Los 240 millones de diferencia los envió a la guerra de Irak. Es obvio dónde estaba su prioridad.

Se sabía que Nueva Orleáns quedaba por debajo del nivel del mar. El Times Picayune, periódico más importante de Nueva Orleans, y la prestigiosa revista National Geographic, habían publicado los peligros que confrontaría aquella ciudad ante un ciclón como el que la afectó recientemente.

Ya Estados Unidos tenía la triste experiencia de Homestead, Florida, donde un ciclón de menor fuerza que el Katrina dejó aquella ciudad como un campo cultivado de batata.

Es imperdonable la falta de visión, la torpeza, el irrespeto a vidas y haciendas por parte del gobierno de Bush.

No se puede entender que el gobierno del norteamericano dejara de adoptar cuanta medida fuera preciso para disminuir los efectos del fenómeno atmosférico.

Quizá lo que explica, en parte, la actitud de George Bush hijo está encerrado en un comentario de su madre, Bárbara Bush, quien tuvo la fuerza de cara de decir: «Muchísimas de las personas que están aquí en el estadio eran, usted sabe, necesitadas, por lo tanto, esto (vivir en el estadio deportivo Astrodome, dijo sonriente) está bien para ellos»

La señora Bush, residente en Texas, madre del presidente de Estados Unidos, había dicho antes: «Casi todos con los que hablé me dijeron que se van a mudar a Houston (Texas). Lo que escucho, que asusta un poco, es que todos quieren quedarse en Texas. Todos están tan abrumados por la hospitalidad».

Quizá el hijo de la señora Bush, el que ocupa la Presidencia de los Estados Unidos, pensó igual que su madre. ¡Qué pena!

Pobres y negros no son bienvenidos; petroleros árabes sí, es lo que significa la frase de la señora Bush.

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